FAO propone agricultura sostenible para encarar la pandemia en Latinoamérica
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propuso este jueves el desarrollo de la agricultura y la ganadería sostenible como políticas para encarar la recuperación económica y ambiental de América Latina tras la pandemia por Covid-19.
Con la publicación de su informe “Hacia una agricultura sostenible y resiliente en América Latina y el Caribe”, la organización ha estudiado 7 casos sobre el tema a nivel regional y con sus conclusiones destaca la productividad e impacto positivo de dichos proyectos.
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Productividad sostenible para el futuro
Si bien responder a los retos sostenibles de la actualidad no siempre es fácil, con este informe la FAO ha buscado una manera de compartir ideas para innovar en un sector costoso para el ambiente.
Los siete proyectos seleccionados abordan de manera creativa la necesidad de sostenibilidad agroindustrial rentable.
En líneas generales, el informe asegura que existen opciones de transformar la agricultura sin afectar su rentabilidad y que, por el contrario, expanden beneficios económicos, sociales y de innovación y generan empleo.
Los siete proyectos reseñados en el informe se pueden dividir en tres categorías de producción: ganadería, agricultura y pesca.
Ecuador y México: nuevas fronteras en ganadería inteligente
En Ecuador, un proyecto de ganadería inteligente permitió que 1.056 ganaderos incrementaran su producción de leche e ingresos gracias a técnicas como el pastoreo rotativo, que evitó la emisión de 24.000 toneladas de gases de efecto invernadero, según consigna el informe.
La ganadería en Ecuador representa el 43% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector agrícola y el 18% del total del país. Por ello, la FAO implantó un proyecto de desarrollo en el país.
El proyecto “Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI)”, que tuvo como objetivo ayudar a conservar el suelo, fortalecer la capacidad adaptativa al cambio climático y bajar las emisiones del sector. La implementación del plan se llevó a cabo mediante políticas intersectoriales y prácticas de ganadería sostenible en siete provincias vulnerables del país: Guayas, Manabí, Santa Elena (Costa), Imbabura, Loja (Sierra), Napo y Morona Santiago (Amazonía).
Adicionalmente, en México, más de 1.800 agronegocios redujeron 6 millones de toneladas de CO2 gracias a una propuesta de fomento de tecnologías eficientes aplicada en negocios de ganado de vacuno, porcicultura y avicultura.
Entre las medidas de mitigación priorizadas estuvieron el auto abastecimiento de energía limpia, el uso de combustibles limpios y la promoción de eficiencia energética.
Agricultura sostenible con apoyo de la FAO
Además de sus intervenciones en ganadería, la organización enumera cuatro proyectos en diferentes países con los que se han buscado soluciones en el sector de la agricultura. Estas intervenciones suman asistencia técnica para agricultores a baja y media escala.
En primer lugar, destacan su trabajo en Chile, donde los Acuerdos de Producción Limpia permitieron a 340 miembros de la agricultura familiar de la región de El Maule aumentar en 15% sus ingresos, reduciendo su uso de energía, sus emisiones de GEI, sus residuos y uso de plaguicidas, además de mejorar el uso del agua y el suelo.
En segundo lugar, en Uruguay, un proyecto de buenas prácticas y alternativas al uso de plaguicidas que trabajó con más de 2.000 técnicos y productores. Este trabajo permitió demostrar que es posible reducir hasta en un 70% el uso de herbicidas en un ciclo de producción de soja, sin afectar en nada el rendimiento y sin aumento de costos: supuso un ahorro en promedio de 40 dólares por hectárea.
Finalmente, la FAO destaca su trabajo en Guatemala y Colombia, países en los que la agricultura es de tipo forestal, por lo que requiere intervenciones más dedicadas.
En este sentido, fue impulsado un proyecto de manejo forestal comunitario que permitió impulsar la conservación de los bosques, generar empleo, y aumentar la inversión en desarrollo social y productivo.
Este trabajo se enfocó en los programas Biósfera Maya (RBM) en Petén, Guatemala; y el Programa de Forestería Comunitaria de Colombia (PFC).
Adicionalmente, en Colombia lideraron las mesas técnicas agroclimáticas permitieron que un gremio bananero en Magdalena y La Guajira redujera en 15% sus pérdidas por efectos climáticos y un 25% en el uso de fertilizantes por hectárea.
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Pesca sostenible en América Latina
La FAO también destacó su proyecto de pesca sostenible, con el que cierran en informe. De manera específica, se trata de un proyecto de gestión sostenible de las pesquerías de arrastre, principalmente de camarón, permitió reducir en hasta 36% la pesca no intencionada de especies gracias a nuevas redes y tecnología, disminuyendo el impacto ambiental en Brasil, Surinam y Trinidad y Tobago.
En particular, se desarrollaron redes de pesca adaptadas con tecnologías específicas para reducir las capturas incidentales. Estas medidas se han llegvado a cabo en varios países de la región y el mundo a través de proyectos sucesivos.
Redacción I José Luis Álvarez Escontrela