Qué es la tundra y por qué es importante

La tundra es un tipo de bioma ártico que se encuentra en las regiones más septentrionales del planeta, en los alrededores del Polo Norte y en la Antártida, caracterizada por tener un clima muy frío y ventoso, con inviernos muy largos y pocas precipitaciones.

Debido a estas condiciones adversas figura como uno de los ecosistemas más hostiles del planeta para la vida al ser una región de permafrost, es decir, el suelo está congelado de manera permanente, haciendo que sea difícil para las raíces de las plantas penetrar en el suelo y crecer, limitando la diversidad de especies vegetales.

Sin embargo, algunas plantas adaptadas como musgos, líquenes y ciertas hierbas pueden crecer en la superficie del suelo, e incluso, a pesar de las condiciones adversas, la tundra es hogar de una gran variedad de vida silvestre, incluyendo caribúes, osos polares, focas, alces, zorros árticos y aves migratorias.

Estos animales tienen adaptaciones especiales que les permiten sobrevivir en el clima frío de la tundra, como capas gruesas de grasa para mantenerse calientes y patas largas para nadar en la nieve.

Cabe destacar que este escenario también resulta importante para la vida humana, dado que funciona como fuente importante de recursos naturales (petróleo, gas y minerales).

Extensión del océano Ártico que rodea los acantilados nevados de la isla de Beechey, al Noreste de Canadá (Foto: Emory Kristoff | Nat Geo)

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El cambio climático

La tundra es una importante zona de paso para la vida silvestre y pueblos indígenas que dependen de la caza y la pesca para su subsistencia. Sin embargo, está en peligro debido a la actividad humana (exploración, extracción de recursos, construcción de infraestructuras y contaminación).

También está siendo afectada por el cambio climático, pues la temperatura está aumentando más rápido que en otras partes del planeta, provocando la fusión del permafrost y derivando en graves consecuencias para la vida en la tundra y el planeta.

Este derretimiento del permafrost puede liberar metano y dióxido de carbono al atmósfera, aumentando aún más el calentamiento global y provocando un cambio en la biodiversidad, pues muchas especies de plantas y animales no pueden adaptarse a las variaciones del clima, siendo obligadas a migrar o desaparecer.

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