Proyecto Nüwa: ¿Será posible una ciudad sostenible en Marte?
Los avances tecnológicos de la humanidad no se detienen y tal parece que los objetivos va más allá de la tierra. Expediciones que ha llevado a cabo la NASA, con el fin de evaluar las posibilidades de habitar otros planetas como Marte, se acercan cada vez más a una realidad impensada hace pocos años.
Uno de los proyectos que ha salido a la luz es la ciudad sostenible Nüwa, desarrollada por la firma de arquitectura Abiboo Studio y la comunidad Sustainable Offworld Network (SONet).
De los 175 modelos presentados en un concurso lanzado en 2020, la Mars Society la situó entre los diez más factibles, según criterios científicos, técnicos, económicos, arquitectónicos y sociales. Estará preparada para albergar a unos 250.000 habitantes y habrá que viajar a través del espacio un total de 250 días para llegar.
¿Cómo estará conformada?
Módulos tubulares, sistemas de ascensores de alta velocidad y macro edificios son parte de las características de este impactante núcleo urbano. Estos tendrán diferentes usos tanto residenciales como de trabajo e incluirán zonas verdes y espacios dedicados al arte, así como “áreas de nieve” que ayudan a disipar el calor y limpiar el aire.
Las edificaciones estarán unidas por una red tridimensional de túneles. Además, se contará con huertos urbanos de dos tipos: unos serán parques en donde se permitirá presencia de personas y los otros tendrán vegetación experimental con atmósfera puramente marciana.
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Está previsto que esta futura metrópolis se sitúe en la ladera del acantilado Tempe Mensa, cuyo terreno abruptamente escarpado protege de la radiación, la baja presión atmosférica y los meteoritos. A su vez, estará expuesta a la luz solar de manera indirecta a través de la fabricación de unas ventanas especiales.
Recursos para sobrevivir
Entre las características más atractivas destaca la autosuficiencia, pues se construirá cerca de los recursos que tengan que ser explotados, de forma que se consigan agua y oxígeno.
Con respecto a la alimentación, los investigadores pretenden que se base en insectos, algas y carne creada “in vitro” en el propio planeta. Detallan que el cultivo de vegetales sería la principal fuente de producción, ya que proporcionaría el 50% de la dieta humana, mientras procesaría CO2 en O2 y participaría en el sistema de procesamiento de agua.
Los científicos también tienen como objetivo establecer una línea de comunicación con la Tierra. Cada 26 meses habría viajes que durarían entre uno y tres meses, cuyo precio se situaría alrededor de los 300.000 dólares.
Redacción I Jhonattan González