Nueva manera de combatir el cambio climático a través de la ropa se hace tendencia
Metas y objetivos sostenibles son el foco de diversas organizaciones de cara a los años 2030, 2040 y 2050. Cada una de estas fechas establecen criterios de descarbonización de manera parcial y total.
Entre las fuentes de emisiones que afectan la estabilidad climática del planeta, figura la industria textil. Según informa el Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente (PNUMA), entre el 2% y 8% de las emisiones a nivel mundial provienen de las grandes marcas que hacen vida en este sector.
Esto se debe a que el poliéster es uno de los materiales más usados al momento de fabricar ropa, el cual se obtiene a partir de los combustibles fósiles. Además, los restos de este material, como la microfibra, una vez la ropa está producida, terminan en los océanos afectando el ecosistema marino de forma significativa.
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Ante esta realidad ,Bloomberg Línea informa sobre la aparición de una nueva tendencia que contribuye contra el cambio climático: «Shop your closet» (Compra tu closet). La iniciativa se basa en utilizar la ropa que ya se tiene en el armario de casa, evitando comprar prendas que realmente no requieren las personas.
Un informe desarrollado por la Fundación MacArthur en 2017 señala que hasta un 44% de las emisiones de la industria textil se puede reducir recurriendo al uso de ropa existente, en promedio dos veces más de lo que normalmente se utiliza, en lugar de crear nuevos vestuarios.
«Por la forma en que crecían las ventas, la gente estaba empezando a tener cada vez más ropa. No sería físicamente posible desgastar tanto la ropa como antes porque la gente cuenta con muchas prendas en sus armarios», apuntó Laura Balmond, líder de la iniciativa de moda de la Fundación MacArthur.
Sin embargo, esta manera de combatir el cambio climático puede que no agrade a muchos, pues la industria de la moda tiene como principio lanzar colecciones de ropa de forma constante, y por ende, las personas sienten la necesidad de «estar a la moda», comprando cada vez más prendas.
Balmond enfatiza que uno de los retos es «que se pueda cambiar la mentalidad de que un producto sea completamente nuevo, a que sea nuevo para usted». Esto hace referencia a la tendencia a tener demasiado y usar poco, por lo que de lograr cambiar esta realidad en masa, los cambios que se requieren a nivel medioambiental crecería de manera notable en la industria de la ropa.