Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia señala la importancia de garantizar los caudales ecológicos
Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, ha revelado por medio de un vídeo la importancia de garantizar los caudales ecológicos ante la llegada de una época del año con menor cantidad de lluvias, además de ordenar una revisión de los caudales mínimos que se originan al momento de cerrar las compuertas de las hidroeléctricas.
“No hagan cierres de compuertas abruptos sin avisar a las comunidades, sin planificación y sin transiciones para que los ecosistemas se ajusten”, señaló la ministra como parte de un llamado a las centrales hidroeléctricas de Colombia para no afectar a los ríos de la nación, como sucede actualmente con el Sogamoso, disminuyendo su nivel de un día para otro de 500 metros cúbicos por segundo a 80.
Dicha reducción, según afirma la ministra, no parece ser suficientemente estable como para garantizar la vida del río, los peces, la sostenibilidad de los pescadores y los habitantes de la zona que dependen de él.
«Vamos a hacer una revisión de la situación de los caudales ecológicos mínimos porque, por ejemplo, en esta licencia ambiental se ha mantenido el mismo caudal ecológico desde el año 2000, y hoy el cambio climático ha generado nuevos escenarios”, prosiguió Muhamad.
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Los caudales
Los caudales ecológicos son una medida de la cantidad de agua necesaria para mantener la salud y la integridad de los ecosistemas acuáticos, esenciales para la supervivencia de las plantas y animales que viven en ríos, arroyos y otros cuerpos de agua, así como para la salud de los ambientes terrestres que dependen de ellos.
Para nadie es un secreto que el agua es esencial para la vida y biodiversidad, clave para la supervivencia de la naturaleza y provisión de servicios ecosistémicos.
Los caudales ecológicos son vitales para mantener el equilibrio del ciclo del agua en los ecosistemas, garantizar la calidad del líquido, la reproducción de las especies, la migración, la alimentación y la supervivencia de las mismas en entornos acuáticos.
Finalmente, influye en el mantenimiento de los procesos ecológicos que ayudan a mitigar el cambio climático, así como también en la salud y bienestar humano tras provee agua apta para consumo, agricultura, industria y energía, jugando un papel importante en la protección contra inundaciones.
