La Nasa y la Agencia Espacial Alemana hallan combustible sostenible para reducir contaminación de aviones
El transporte aéreo tiene un fuerte impacto sobre el medio ambiente, situación por la cual distintos grupos de investigadores y científicos trabajan para buscar fórmulas que minimicen el daño al planeta.
Uno de los estudios más avanzados en esta materia está encabezado por Johannes Quaas, profesor de meteorología de la Universidad de Leipzig, Alemania.
Los resultados de una de sus exploraciones arrojan la formación de cirros, un tipo de nube compuesta de cristales de hielo por el paso de aviones, comparando el período de marzo a mayo de 2020 durante el confinamiento, periodo en el que la afluencia de estos bajó ante la suspensión de vuelos.
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«El estudio demuestra claramente que existe una causa-efecto. Las estelas de los aviones generan más cirros y este fenómeno tiene un impacto en el calentamiento global», explicó el profesor Quaas.
Tras las pesquisas realizadas, la NASA y la agencia espacial alemana descubrieron que es posible reducir el efecto contaminante de las estelas que dejan las aeronaves a través de distintos procedimientos.
Usando una mezcla 50-50 de queroseno y combustible de aviación sostenible (SAF), los investigadores lograron minimizar a la mitad el número de cristales de hielo en las estelas de condensación en condiciones de vuelo reales. Esto da como resultado una reducción del 20 al 30 por ciento en el impacto climático de las estelas de condensación.
Varios años de estudios
Los científicos explicaron que los trabajos se han llevado a cabo desde 2018, cuando el avión de investigación DLR ATRA, un Airbus A320, sobrevoló Alemania varias veces utilizando diferentes mezclas de combustible; entre ellas, queroseno puro Jet A-1 como referencia, así como mezclas 70-30 y 50-50 de queroseno y el biocombustible sostenible HEFA.
Por su parte, la aeronave de la NASA siguió al vehículo que dispuso la agencia alemana, con un retraso de uno a dos minutos para recopilar datos sobre sus emisiones y estelas utilizando numerosos instrumentos de medición.
Christiane Voigt, del Instituto DLR de Física Atmosférica, explicó que “durante las pruebas de vuelo conjuntas pudimos demostrar claramente que el uso de combustibles sostenibles da lugar a menos partículas de hollín en los gases de escape del motor y que esto, a su vez, da como resultado menos cristales de hielo en la condensación”.
“Esta evidencia es un gran avance para las posibilidades del transporte aéreo respetuoso con el clima. Un número menor de cristales de hielo disminuye la entrada de energía a la atmósfera causada por las estelas de condensación. Esto reduce significativamente el efecto de calentamiento climático de los cirros de las estelas de condensación”
Christiane Voigt, del Instituto DLR de Física Atmosférica
El alcance que tiene este hallazgo hace que el uso específico de combustibles sostenibles en rutas de vuelo con formación frecuente de estelas de condensación, sea particularmente atractivo para lograr un efecto rápido en la protección del clima.
Patrick Le Clercq, director de proyecto ECLIF en el Instituto DLR de Tecnología de Combustión, subraya: “Lo que todos los combustibles sostenibles tienen en común es que pueden producirse sin hidrocarburos cíclicos, denominados aromáticos.
“Menos aromáticos en el combustible significa menos hollín en las emisiones y por lo tanto menos cristales de hielo en las estelas. Por lo tanto, los combustibles sostenibles reducen los dos mayores efectos del transporte aéreo en el calentamiento del clima: las estelas y la huella de carbono”, añadió.
Los científicos concluyen que a pesar del efecto devastador que generó la pandemia, la reducción global del tráfico aéreo ofreció una oportunidad sin precedentes para presentar soluciones que ayuden a revertir el cambio climático.
Redacción I Jhonattan González