Greenpeace: Tasa de deforestación amazónica es la más alta desde 2006
La tasa oficial de deforestación en Brasil publicada por el sistema de monitoreo satelital PRODES, señala que en la Amazonía, existió una tala indebida en un área de 13,235 km² entre agosto de 2020 y julio de 2021. Dicha extensión representa 17 veces el tamaño de la ciudad de Nueva York.
Así lo reporta la organización Greenpeace que, en un esfuerzo por monitorear el desarrollo de los incendios, mantiene una vigilancia constante sobre su estado actual.
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Un problema en crecimiento
La deforestación ha tenido una tendencia ascendente en la Amazonía brasileña, que representa casi dos tercios de toda la selva amazónica. Desde 2012, ésta se ha acelerado y de manera más pronunciada bajo la presidencia de Jair Bolsonaro, quien hizo campaña con la idea de abrir vastas franjas del bosque a madereros, mineros, ganaderos y agricultura industrial.
En promedio, los últimos tres años, reporta Greenpeace, se vio un aumento del 52,9% en comparación con los tres años anteriores (2016-2018).
Para 2021, los datos del sistema de alerta de deforestación habían establecido expectativas para una modesta disminución año tras año en la tasa de destrucción de bosques. Sin embargo, la cifra ha sorprendido por su avance.
En detalle, el aumento de la deforestación fue liderado por el estado de Amazonas, donde la tala de bosques aumentó en 836 kilómetros cuadrados, o 55%. Le siguieron Mato Grosso (484 kilómetros cuadrados – 27%), Rondônia (408 kilómetros cuadrados – 32%) y Pará (358 kilómetros cuadrados – 7%). La deforestación aumentó en los nueve estados que se consideran parte de la «Amazonía legal» según la definición del gobierno brasileño.
Un reto sostenible para Brasil
La noticia ha llegado días después del cierre de la COP26 en Glasgow, Escocia. En esta conferencia climática, Brasil firmó la declaración de Glasgow sobre los bosques y se comprometió a frenar la «deforestación ilegal» para 2028.
Sin embargo, los críticos señalaron que la declaración no es legalmente vinculante y que el gobierno de Bolsonaro ha relajado las leyes ambientales, legalizando efectivamente la deforestación que era una vez considerado ilegal, socavando su compromiso.
Estos datos han dado pie a la duda sobre el futuro del Amazonas en su parte brasileña.
La Amazonía brasileña ha perdido casi el 20% de su cubierta forestal desde principios de la década de 1970. Los científicos han advertido que el ecosistema puede estar acercándose a un punto de inflexión en el que vastas áreas de selva tropical se transforman en una sábana boscosa. Tal desarrollo tendría graves implicaciones para las emisiones de carbono, la biodiversidad y las precipitaciones regionales, así como para los pueblos indígenas y otras comunidades que habitan el bosque.
Redacción | José Luis Álvarez Escontrela