Goldman Sachs establece objetivos para reducir las emisiones financiadas en sectores clave
Los bancos de inversión han sido uno de los representantes silenciosos del calentamiento global debido a que han apoyado la financiación de proyectos con objetivos nocivos para el medio ambiente, por lo que últimamente también han mostrado preocupación por su futuro y las iniciativas en las que se enfocarán.
Pensando en el porvenir de sus empresas afiliadas, Goldman Sachs ha anunciado una nueva serie de objetivos para financiar de manera inteligente sectores que sean contaminantes, para de esa manera reducir sus huellas de carbono.
También te puede interesar: ReSource: productoras eliminaron más de la mitad de su plástico problemático entre 2018 y 2020
Aunque todavía la banca no se encuentra en un lugar ideal para dejar atrás la financiación del CO2, Goldman Sachs, al igual que otros bancos, ha anunciado que dejará de influir en operaciones que generen CO2 en 2050, lo que le conduce a una ruta de financiación en emisiones reducidas hasta llegar al cero neto.
Estas acciones se enmarcan en su decisión de unirse a Net Zero Banking Alliance (NZBA), una coalición de la industria liderada por la Organización de Naciones Unidas, comprometida con alinear las operaciones y las emisiones atribuibles de sus carteras con trayectorias a cero neto para 2050 o antes.
Los nuevos objetivos provisionales se dieron a conocer con el lanzamiento del Informe 2021 del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD) de Goldman Sachs.
En el informe, detalla que reducirán su financiamiento de manera proporcional en los sectores de petróleo y gas, energía y fabricación de automóviles para sus objetivos intermedios iniciales.
Estos ramos representan, en conjunto, el 38% de la cartera de Goldman Sachs en sectores intensivos en carbono, por lo que buscar alternativas y financiamiento más específico representa un reto para la institución.
Las nuevas metas incluyen objetivos para reducir la intensidad de emisión de la cartera en un 17% – 22% para el sector de petróleo y gas, 48% – 65% para la energía y 49% – 54% para la fabricación de automóviles.
En este sentido, los límites más bajos representan un escenario de inversión ideal, mientras que el límite máximo representa una opción más conservadora.
“Como institución financiera, creemos que podemos lograr el mayor impacto en el avance de la transición climática al asociarnos con nuestros clientes en todo nuestro negocio. Ya sea mediante el desarrollo de nuevas soluciones de financiamiento vinculadas a la sostenibilidad, ofreciendo asesoramiento estratégico de clase mundial o invirtiendo conjuntamente con nuestros clientes en empresas de energía limpia de vanguardia”
David Solomon, presidente y director ejecutivo de Goldman Sachs
Redacción | José Luis Álvarez Escontrela