AIMPLAS desarrolla estándares de nano y microplásticos para mejorar evaluación de riesgos y simplificar su detección
AIMPLAS avanza en el proyecto BIOMICRO para desarrollar materiales de referencia destinados a investigaciones sobre nano y microplásticos. Estos materiales serán fundamentales en la puesta a punto de metodologías y equipos, facilitando la optimización de bioensayos in vitro. Este enfoque busca evaluar los riesgos asociados con estos materiales y prepararse para la próxima legislación en esta área.
«Uno de los retos de este proyecto consiste en la elaboración de nano y microplásticos de referencia para poder realizar los ensayos y las pruebas pertinentes», afirmó Cristina Furió, investigadora en el Laboratorio de Microplásticos de AIMPLAS.
«Esto nos permitirá aumentar los conocimientos sobre el impacto de estas partículas en el medio ambiente y los organismos y observar cómo afectan diferentes tamaños, polímeros, morfologías, etc. Además, nos permitirá estudiar los efectos químicos que pueden producir los aditivos, los físicos y los biológicos”, prosiguió Furió.
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AIMPLAS: La preocupación de los microplásticos
La creciente preocupación por los nano y microplásticos, según afirma AIMPLAS, y su impacto en el medio ambiente y la salud ha generado un aumento significativo en la atención hacia este tema.
Aunque las autoridades ya están empezando a restringir su uso, actualmente no existe una metodología de análisis estandarizada para estudiar su presencia. Un obstáculo clave para llevar a cabo estas pruebas es la escasez de materiales caracterizados y biológicamente trazables.
Para avanzar en esta investigación, es fundamental contar con partículas de referencia que mantengan la naturaleza química del material y tengan el tamaño de partícula adecuado, y allí entra en juego el proyecto BIOMICRO.
“Los avances conseguidos en este proyecto en la elaboración de patrones permitirán a las empresas poner a punto metodologías que ayuden a identificar y cuantificar microplásticos, con tal de mejorar sus procesos de producción y evitar la generación de estas partículas», continuó Furió.
«Así pues, las empresas podrán asegurar en sus procesos la seguridad del consumidor y preservar el medioambiente. Además, gracias a los resultados del proyecto, la sociedad podrá conocer el impacto de estos contaminantes en la salud”, finalizó la investigadora.