Restauración de tierras degradadas: el reto del WRI
En entrevista con El Colombiano, Alejandra Laina, gerente de Recursos Naturales del World Resources Institute (WRI), compartió los desafíos y avances de su nuevo rol como directora de la Iniciativa 20×20, una alianza voluntaria que busca la restauración de tierras degradadas en América Latina y el Caribe.
El anuncio se realizó en Puerto Varas, Chile, durante una cumbre regional en la que ministros de Ambiente y Agricultura firmaron una declaración para recuperar millones de hectáreas.
Allí, Laina asumió oficialmente la dirección de la iniciativa, que agrupa a 18 países con el objetivo de restaurar más de 50 millones de hectáreas al año 2030.
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Articulación voluntaria y trabajo en red
Laina explicó que la iniciativa nació en la COP20 de Lima en 2014, como una respuesta colectiva de los países latinoamericanos frente a la degradación de sus suelos.
Aunque las metas no son obligatorias, destacó que el carácter voluntario exigía un nivel más alto de compromiso y articulación.
Desde su rol en el WRI, la colombiana lideró la Secretaría Técnica, instancia que apoyó a los gobiernos mediante políticas públicas, monitoreo, financiamiento y aprendizaje.
Según indicó, el trabajo se centró en generar conexiones con aliados, facilitar el acceso a recursos y crear lo que denominaron «aceleradores»: espacios temáticos para intercambiar soluciones. Entre ellos, mencionó uno dedicado a la equidad de género, clave para incluir a las mujeres en los procesos de restauración.
Compromisos regionales para 2030
Durante la cumbre, los países firmaron una declaración conjunta con varios puntos clave. Laina comentó que se acordó acelerar la restauración de tierras degradadas mediante una estrategia regional, vincular las agendas globales de cambio climático, biodiversidad y desertificación, y fortalecer la cooperación Sur-Sur.
También resaltó la necesidad de innovar en mecanismos de financiamiento que permitan escalar impactos positivos en las comunidades.

Foto tomada de Foster Communications.
Aprendizajes desde Colombia
Laina destacó el rol de Colombia en este proceso regional. Señaló que la restauración se integró en sectores como agricultura y comercio, y que el país fue pionero en legislación ambiental.
También valoró la articulación entre biodiversidad y cambio climático a través del Plan Nacional de Biodiversidad y las metas climáticas (NDC).
La nueva directora de la Iniciativa 20×20 subrayó que restaurar tierras degradadas no solo compensaba daños, sino que devolvía funcionalidad a los paisajes.
Afirmó que al recuperar ecosistemas se mejora la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la resiliencia frente al cambio climático. “Restaurar tierras degradadas es restaurar oportunidades”, concluyó.