Impactos en la salud que genera el cambio climático

Mucho se habla del cambio climático y las consecuencias que este genera sobre el medio ambiente, e incluso, con énfasis en la amenaza que representa para las especies y los ecosistemas. Sin embargo, a veces se tiende a olvidar los efectos que ocasiona en la salud de las personas.

Según informa la Organización Panamericana de la Salud, a medida que las temperaturas globales aumentan, el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el calor también se incrementa.

Dichas olas (que son más frecuentes e intensas) pueden provocar agotamiento, deshidratación y golpe de calor, que podría tener escenarios fatales en algunos casos. Además, el incremento de temperatura también puede empeorar síntomas en personas que padecen de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

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Consecuencias delicadas

Las enfermedades transmitidas por vectores (dengue o malaria), propagadas con facilidad en climas cálidos y húmedos figura como otra de las consecuencias que el fenómeno climático acarrea.

Las emisiones de gases de efecto invernadero contribuyen a la contaminación del aire, convirtiéndose en factor o detonante de problemas de salud respiratorios, como la bronquitis o asma, e incluso, se ha llegado a relacionar con patologías más graves (enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón).

Asimismo, el cambio climático deja su huella negativa en la calidad y disponibilidad de agua y alimentos, siendo un elemento a considerar al ocasionar sequías o falta de acceso al agua potable, generando graves consecuencias, en especial a los habitantes de las comunidades más pobres y vulnerables.

Finalmente, ante todos los impactos que ocasiona, bien sean directos o indirectos, es necesario actuar de manera urgente con medidas que hagan frente a estos desafíos con la finalidad de reducir las emisiones para mitigar los efectos de este cambio.

La promoción de la energía renovable, la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la adaptación a los impactos inevitables del cambio climático (preparación para desastres naturales, mejora de infraestructura y servicios de salud pública), son parte del accionar que se puede llevar a cabo para contrarrestar los efectos, aunque, resulta de vital importancia involucrar a la sociedad en la toma de conciencia y adopción de estos comportamientos sostenibles.