La Casa Real de la Moneda lanza colección de joyas hechas con oro recuperado de la basura electrónica
886 es la primera marca de joyería de lujo y la nueva marca de la Casa Real de la Moneda, que ha presentado su primera línea de joyería fina elaborada en el Reino Unido con oro recuperado de residuos electrónicos.
Las piezas unisex diseñadas por el director creativo Dominic Jones; se inspiran en el patrimonio de la Casa Real de la Moneda y en el concepto de activos usables; y cada pieza lleva un indicador visual de su peso en gramos de metal precioso.
La colección llega después de que la Casa Real de la Moneda anunciara recientemente su intención de construir una planta para convertir los residuos electrónicos del Reino Unido en oro.
Alrededor del 70% de la colección se produce actualmente en las instalaciones de fabricación de la Casa Real de la Moneda en Llantrisant, en el sur de Gales, utilizando técnicas heredadas y desarrollando al mismo tiempo nuevas habilidades en la mano de obra para crear objetos de valor duradero.
La nueva marca contribuirá a preservar las raras habilidades de los artesanos de The Royal Mint Limited (nombre en inglés de la Casa Real de la Moneda), a la vez que promoverá el diseño y la fabricación sostenibles.
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Economía circular de lujo
La Casa Real de la Moneda se asoció con Excir, empresa canadiense de tecnología limpia, para extraer oro puro de los ordenadores portátiles y teléfonos móviles desechados, utilizando la tecnología pionera de la compañía.
La fórmula química patentada recupera más del 99% del oro contenido en los aparatos electrónicos usados, apoyando una economía circular basada en el Reino Unido y proporcionando una nueva fuente de metal precioso de alta calidad.
Cada pieza de joyería se elabora con oro o plata macizos, utilizando técnicas ancestrales más utilizadas en la fabricación de monedas y medallas. Los metales preciosos se golpean, se forjan y se tiran en lugar de fundirse, lo que aumenta la densidad del metal y lo hace un 30% más fuerte.
«La colección 886 comenzó con la idea de un lingote de oro institucional que ha sido distorsionado, invertido y deformado en una forma suave y delicada que parece flotar sobre la piel», dijo el director creativo Dominic Jones.
«La Real Casa de la Moneda se creó como un lugar de confianza para almacenar el valor a través de los materiales, y la colección 886 explora la idea de la joyería como un activo ponible, en piezas bellas y clásicas que conservarán su valor durante múltiples generaciones»
Dominic Jones, director creativo
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Redacción | Antonio Vilela