El Salvador aprueba ley que declara al agua como derecho humano
A pesar de que el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador estima un 2022 con 80% del territorio con niveles altos de desabastecimiento de agua, el Congreso de ese país aprobó una ley que declara al vital líquido como un derecho humano y bien público.
La normativa, cuyo anteproyecto fue promovido por el Gobierno de Nayib Bukele y dejó afuera las iniciativas presentadas en el pasado por distintos sectores de la sociedad, fue aprobada con 65 votos de los 84 diputados.
El artículo 1 de la legislación señala que El Salvador reconoce el derecho humano al agua, siendo éste el derecho de todas las personas de disponer de agua de calidad, suficiente, segura, accesible y asequible.
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El proyecto contiene 179 artículos y entre sus mandatos más destacados establece que el agua no podrá ser privatizada bajo ninguna condición y el acceso se debe dar con «equidad e igualdad de género y sin discriminación alguna, asegurando la sustentabilidad ambiental, para las presentes y futuras generaciones».
Además, la ley tiene como objeto regular la gestión integral de las aguas y su sostenibilidad.
Un clamor de más de una década
En los últimos 15 años, distintas organizaciones civiles como la Iglesia católica y universidades, presentaron al menos siete propuestas para una ley de agua, ninguna de las cuales prosperó.
Estos grupos denunciaron que anteriores parlamentos no aprobaron una legislación referida al líquido debido al interés de sectores empresariales por hacerse con el control del servicio del agua.
En ese sentido, el texto legislativo destaca la creación de la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), que será un ente autónomo rector del recurso hídrico en el país.
La ASA estará conformada por 14 directivos, en su mayoría representantes de distintas instituciones del gobierno, así como un delegado de la estatal Universidad de El Salvador.
Actualmente la gestión está a cargo de la Administración Nacional de Acueductos, que ahora estará controlando la distribución del servicio de agua potable.
Redacción I Jhonattan González