Científicos separan mezclas de tejidos en componentes reutilizables en solo 15 minutos
Según una nota publicada en Anthropocene Magazine, el mundo tira 92 millones de toneladas de textiles al año, la mayoría de los cuales acaba en vertederos o incineradoras, y menos del 0,5% se recicla.
El problema es que los textiles actuales suelen consistir en una mezcla de fibras naturales y sintéticas. Las mezclas crean prendas con la combinación perfecta de comodidad y rendimiento, pero también dificulta el reciclado de estos productos.
Un nuevo proceso publicado en la revista Science Advances, puede descomponer cualquier mezcla de algodón, poliéster, nailon y elastano en moléculas de bloques de construcción que pueden reutilizarse como tejidos o para fabricar productos electrónicos y neumáticos. Utiliza microondas y productos químicos, y solo tarda 15 minutos.
Actualmente, el método de reciclaje más utilizado consiste en triturar los materiales. Es un método sencillo y barato. «Sin embargo, no puede tratar los tejidos multifibra, los aditivos ni los colorantes», escriben en el artículo los investigadores de la Universidad de Delaware.
«Además, acorta la longitud de las fibras, por lo que el material reciclado se utiliza en productos de menor valor, como aislantes y relleno de colchones», señalan.
También te puede interesar | Iluminación controlada por sensores: Opción para un futuro más sostenible
Investigación sobre tejidos
El equipo de químicos e ingenieros biomoleculares utilizó una sustancia química para romper las grandes cadenas de moléculas del poliéster: Energía de microondas y un catalizador para acelerar el proceso.
En pruebas con tejidos 100% poliéster y 50/50 poliéster-algodón, el proceso convirtió el 90% del poliéster en una molécula que puede reciclarse en poliéster.
Además, el algodón permaneció intacto, por lo que en los tejidos mezclados fue posible descomponer el poliéster y recuperar el algodón.
El método funcionó con otras mezclas, como algodón, poliéster, nailon o elastano. El spandex se descomponía en una molécula útil y el nailon se convertía en polvo que podía recuperarse.
«Un mayor perfeccionamiento de este proceso tiene el potencial de alcanzar una tasa global de circularidad textil del 88%», indicaron los investigadores.