Cien organizaciones de América Latina ya forman parte del PRI
Principles for Responsible Investment (PRI) anuncia que ha alcanzado los 100 signatarios hispanohablantes tras el inicio de sus operaciones en 2018 en América Latina, fortaleciendo su presencia en una región clave para consolidar la inversión responsable a escala global.
PRI, o Principios de Inversión Responsable en castellano, es una iniciativa de inversionistas en asociación con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (UNGC, por sus siglas en inglés) y la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI, también por sus siglas en inglés).
Dicho crecimiento se debe a la expansión de la hoja de ruta para la inversión responsable realizada por la organización en 2018, que identificó que algunos mercados emergentes necesitaban una mayor atención, especialmente China y América Latina.
La organización trabaja conjuntamente con una red internacional en la implementación de los seis Principios para la Inversión Responsable, voluntarios y aspiracionales, que ofrecen acciones para incorporar los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus operaciones.
La entidad tiene el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y cuenta con más de 4.700 signatarios en más de 80 países, que representan 120 billones de dólares en activos.
Inversión + principios + ESG
Los objetivos del PRI son comprender las implicaciones de inversión vinculadas a los temas ESG, y actuar de acuerdo a los intereses a largo plazo de sus signatarios; de los mercados financieros; de las economías en las que operan, y el medio ambiente y la sociedad en general.
Para Latinoamérica, la organización contempla dos retos principales para consolidar sus operaciones en los próximos años. Debido a ello, creó la comunidad de practica de reporte y la iniciativa climática para inversionistas, que busca acelerar la implementación de mejores prácticas de inversión responsable.
Otro reto clave para PRI en Latinoamérica, es que los signatarios que se han adherido a la iniciativa en los 40 meses que lleva en práctica en la región, no avancen en incorporar factores ESG en los diferentes tipos de activos en los que invierten.
Esto último es uno de los principales riesgos según la organización, ya que sería un «investment-washing» (lavado en inversiones) que le restaría legitimidad al trabajo que ha realizado.
De esta forma, la administración de parámetros ESG es un elemento clave para los resultados de sostenibilidad de la organización, como también la construcción de un puente entre el riesgo financiero, oportunidades y resultados para las empresas signatarias de América Latina.
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Redacción | Antonio Vilela