China será aliado clave de Brasil en materia de protección forestal, transición energética y trazabilidad
Brasil trabaja con fuerza en el desarrollo sostenible de la nación por medio de diversas formas, sabiendo que la cooperación estratégica con naciones ampliamente desarrolladas es clave para la consecución de su objetivo.
En ese sentido, el Ministerio del Medio Ambiente y Cambio Climático del país aseguró por medio de la ministra Marina Silva que tendrán amplia cooperación con China en materia de transición energética, protección de bosques y trazabilidad de commodities.
Así lo anunció el pasado viernes 14 de abril en Beijing, donde la ministra estuvo firmando varios acuerdos de cooperación en diversos sectores, realizando énfasis en que la colaboración abarcará delitos ambientales, impedir el acceso a los mercados de productos provenientes de la devastación ambiental, entre otros temas relevantes para el desarrollo sustentable del país.
Los dos países se comprometen a “ampliar, profundizar y diversificar la cooperación bilateral en temas climáticos”, cita parte de la declaración conjunta, donde una de las metas será «apoyar la eliminación de la deforestación global y la tala ilegal a través de la aplicación efectiva de sus respectivas leyes que prohíben las importaciones y exportaciones ilegales».
“La cooperación que ahora se reinicia será amplia en relación con los bosques, la transición energética, la cooperación técnica y científica, la trazabilidad, la contaminación atmosférica, entre otros temas y sectores, incluyendo la lucha contra los delitos ambientales, con impedimentos de acceso a los mercados de los productos. con origen en la devastación ambiental”, afirmó la ministra Silva.
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Colaboración estratégica
La reafirmación de la cooperación entre China y Brasil sucede en un momento clave de reanudación y fortalecimiento entre ambas naciones, donde los sudamericanos retoman las negociaciones internacionales que se habían visto interrumpidas durante los últimas años. Con ello, se pretende demostrar la urgencia de la crisis climática que se vive actualmente, pero sobre todo, la prioridad para enfrentarla.
“China tiene una gran experiencia en reforestación, ya ha recompuesto alrededor de 70 millones de hectáreas de áreas degradadas. Brasil tiene grandes áreas de bosques, pero también una gran cantidad de áreas degradadas, y puede beneficiarse de la experiencia china en la recuperación de estas áreas”, prosiguió Marina Silva.
Por otro lado, la colaboración resalta la cooperación en el desarrollo de tecnologías, incluido el nuevo satélite CBERS 6, que permitirá un mejor seguimiento de la cobertura forestal, áreas de conservación, manejo sustentable de bosques, regeneración y reforestación de áreas degradadas.
También, se abarcará la implementación de una transición justa hacia una economía baja en carbono y resistente al clima en los países en desarrollo.
Finalmente, el documento también figura como respaldo de China apoyando a Brasil como candidato a ser sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) que se realizará en 2025.