Calentamiento global está generando fuerte impacto en los océanos

Los océanos forman parte fundamental de la lucha contra el cambio climático, contando con la capacidad de dispersar las altas temperaturas. Se estima que absorben hasta un 90% de exceso de calor causado por el daño ambiental, y también pueden captar el 23% de las emisiones de carbono (CO2) generadas por el ser humano.

Estas corrientes se están viendo seriamente afectadas por el calentamiento global. Por ejemplo, los arrecifes de coral —ecosistemas marinos de importancia crítica— están amenazados por el triple peligro de la acidificación, el incremento de la temperatura y el aumento del nivel del mar.

Pero la acidificación es también un problema mucho más amplio, ya que altera el secuestro de carbono que realizan otras especies, como los moluscos y los crustáceos

De acuerdo con un estudio de un grupo de investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de San Diego (EE.UU.), quienes utilizaron simulaciones de modelos informáticos, descubrieron que el cambio climático está alterando la mecánica de las corrientes marinas superficiales, haciéndolas más rápidas y más delgadas.

La investigación publicada en la revista Science Advances, arroja luz sobre una fuerza que había sido subestimada para las corrientes oceánicas globales. Además, ayuda a resolver un debate sobre si las corrientes se están acelerando como resultado del calentamiento global.

Resultados devastadores

Una de las claves dentro del trabajo de los científicos fue el estudio del viento, que les permitió describir y predecir la velocidad de las corrientes. Asimismo, el equipo utilizó un modelo oceánico global para simular lo que sucede cuando las temperaturas de la superficie del mar también aumentan.

El autor principal del estudio, Qihua Peng explicó que les sorprendió ver que las corrientes superficiales se aceleran en más de las tres cuartas partes de los océanos del mundo cuando calientan la superficie del océano.

La investigación advierte que estos cambios pueden tener un efecto dominó en el océano, afectando el transporte de los nutrientes que necesitan los diferentes organismos marinos, así como el de los propios microorganismos.

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Además, las corrientes más rápidas también pueden afectar los procesos mediante los cuales el océano elimina el carbono y el calor de la atmósfera y protege al planeta del calentamiento atmosférico excesivo.

Adicionalmente, los científicos descubrieron que el calentamiento hace que las capas superiores de agua se vuelvan más ligeras. La mayor diferencia de densidad de esas capas superficiales cálidas respecto al agua fría situada debajo, limita las corrientes oceánicas rápidas a una capa más delgada, ocasionando que las corrientes superficiales se aceleren en más de las tres cuartas partes de los océanos del mundo.

El aumento de la velocidad de las corrientes oceánicas giratorias, ha sido relacionada con una desaceleración de la circulación oceánica de las aguas inferiores. El equipo correlacionó directamente esta tendencia con la presencia de niveles cada vez mayores de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

En la vigésimo sexta Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-26), celebrada en Glasgow, se aprobaron nuevas reglas para los mercados de carbono que podrían ayudar a valorar más adecuadamente los sumideros de carbono vinculados con los océanos, como los manglares y los arrecifes de coral, y crear incentivos para su preservación.

Redacción I Jhonattan González

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