Agricultura sostenible en Chile: impulso andaluz para transformar el agro latinoamericano
En el marco de la creciente urgencia por implementar prácticas agrícolas responsables con el medio ambiente, Chile se posiciona como un escenario estratégico para la adopción de tecnologías innovadoras.
En respuesta a esta oportunidad, cinco empresas andaluzas llevaron a cabo una misión comercial en el país austral, con el objetivo de presentar soluciones enfocadas en insumos sostenibles, maquinaria eficiente y sistemas avanzados de riego.
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Chile: epicentro de la agroexportación
El potencial de Chile en el sector agroexportador no solo reside en la calidad de sus productos, sino también en su capacidad para adaptarse a los desafíos climáticos y responder a los estándares internacionales.
Con una diversidad climática que favorece cultivos especializados, una infraestructura logística de primer nivel y un historial de apertura a la innovación, el país ofrece condiciones ideales para desarrollar y aplicar tecnologías agrícolas sostenibles.
La visión chilena de integrar sostenibilidad en su modelo productivo convierte este mercado en un territorio fértil para la transferencia tecnológica y el establecimiento de alianzas estratégicas con actores europeos comprometidos con la transformación verde.

Empresas en acción: innovación al servicio del campo
La misión comercial fue organizada por Andalucía Trade, y reunió a cinco empresas andaluzas que representan distintas provincias y especialidades, todas comprometidas con la sostenibilidad:
- Ferbio (Almería): especializada en biofertilizantes y biotecnología agrícola, con soluciones que promueven la salud del suelo y la productividad sostenible.
- Trefilados Urbano (Córdoba): enfocada en estructuras metálicas para invernaderos, contribuyendo a la eficiencia técnica y el aprovechamiento energético en cultivos protegidos.
- MC Bio (Jaén): centrada en insumos agrícolas sostenibles y fitosanitarios naturales, alineados con estándares ecológicos internacionales.
- Seragro Integral (Málaga): experta en sistemas de riego eficiente y gestión hídrica, elemento clave en un país afectado por la sequía prolongada.
- Apresa-PLP (Sevilla): dedicada a la instrumentación, automatización y control de cultivos, facilitando procesos agrícolas inteligentes y precisos.
Estas empresas desarrollaron una agenda de 34 reuniones con importadores, distribuidores y clientes finales del sector agrícola chileno. Cada encuentro sirvió para explorar oportunidades de colaboración, adaptar modelos de internacionalización y compartir experiencias aplicadas en distintas regiones de Andalucía.
Tecnología al servicio de la sostenibilidad
Las empresas andaluzas que formaron parte de la misión comercial destacaron por su enfoque práctico y su compromiso con la sostenibilidad. Entre las propuestas presentadas en Chile se encuentran innovaciones en tres áreas clave:
Primero, los insumos agrícolas ecológicos, que buscan mejorar la productividad sin comprometer los recursos naturales. Estos productos se diseñan para minimizar el impacto ambiental, reducir la huella química en los suelos y proteger la biodiversidad local.
Segundo, la maquinaria eficiente, desarrollada para maximizar el rendimiento agrícola con un menor consumo energético. Esto incluye tractores de nueva generación, sistemas automatizados de cultivo y herramientas de precisión que optimizan los recursos y disminuyen el margen de error en la producción.
Tercero, las tecnologías avanzadas de riego, esenciales en contextos de escasez hídrica como el que enfrenta Chile. Los sistemas de riego inteligente permiten una gestión racional del agua, ajustándose a las necesidades específicas del suelo y del clima, lo que contribuye a una producción agrícola más resiliente y sostenible.
Puentes comerciales entre Andalucía y Latinoamérica
La misión comercial refleja el interés creciente de Andalucía por estrechar lazos con América Latina, especialmente con países que comparten desafíos y oportunidades similares en materia agrícola.
Esta colaboración no solo representa una oportunidad de internacionalización para las empresas participantes, sino también un modelo de cooperación sur-sur que puede escalar hacia alianzas estructurales y programas conjuntos de innovación tecnológica.
Ambos territorios poseen ventajas complementarias que, articuladas estratégicamente, pueden propulsar el desarrollo de una agroindustria más verde y competitiva.
El camino hacia la agroindustria del futuro requiere esfuerzos conjuntos, inversión estratégica y voluntad política. Y, como lo demuestra esta iniciativa, también necesita empresas comprometidas y territorios dispuestos a liderar el cambio desde el terreno.