Olivo

Estudio: Combinan tecnología fotovoltaica bifacial para el cultivo de tres variedades de olivo

Una de las consecuencias de la sequía actual es el aumento exacerbado del precio del aceite de oliva, ya que el agua es un bien necesario para el crecimiento, desarrollo y fructificación de los olivos.

Por ello, un grupo de científicos de la Universidad de Jaén (España) y de la Universidad de la Sapienza de Roma (Italia) desarrolló unos revolucionarios paneles solares, tras estudiar de forma conjunta cómo combinar los sistemas agrovoltaicos con el cultivo de olivos.

Estos sistemas aprovechan la misma superficie de terreno para obtener energía solar y productos agrícolas. El objetivo es mejorar tanto la producción de energía como la de aceitunas, que son el fruto del olivo.

Un invento que además ahorra agua para combatir la sequía en el olivar y que tiene como protagonistas a los módulos fotovoltaicos bifaciales, que aumentan su rendimiento gracias a que ambas caras del panel consiguen absorber la energía del sol.

También te puede interesar: Google presenta modelo de IA que puede predecir inundaciones extremas con días de antelación

Olivos agrivoltaicos

Los sistemas agrivoltaicos se han convertido en una solución prometedora para combatir el reto de la producción de alimentos. Para llevar a cabo esta iniciativa, el grupo de investigadores se centró en la región sur de España, zona muy conocida por su extensa producción de olivos y la generación de aceite.

El método se basa en unos innovadores paneles fotovoltaicos bifaciales que aumentan la generación de alimentos, mientras aprovechan la energía solar para suministrar electricidad a los equipos de bombeo de riego.

«Los olivos son tolerantes a la sombra y, por tanto, adecuados para los sistemas agrovoltaicos, ya que pueden crecer incluso en condiciones de luz reducida bajo módulos fotovoltaicos y seguir realizando una fotosíntesis eficiente», señalan los investigadores.

«Además, la población mundial de olivos supera los 850 millones de árboles y ocupa aproximadamente 8,7 millones de hectáreas de terreno, lo que indica que existe una superficie considerable potencialmente disponible para estos sistemas», advierten los expertos en su estudio.

Olivo

Más detalles

Debido a la necesidad de cosechar mecánicamente arboledas de muy alta densidad, los investigadores llegaron a la conclusión de que la instalación de paneles solares debía tener una altura mínima de tres metros.

Basándose en su modelización, los investigadores determinaron que los paneles solares instalados entre tres y 4,5 metros con un ángulo de entre 20 y 40 grados (dependiendo de la época del año) permitían a los paneles solares aprovechar toda la energía posible y solo provocaban pequeñas disminuciones de productividad en las tres variedades.

En estas simulaciones, los investigadores imaginaron un sistema agrovoltaico bifacial que funcionaba en Jaén y que estaba instalado en una finca ficticia con forma rectangular que tenía una superficie de 860 metros cuadrados, una longitud de 41,42 metros y una anchura de 20,76 metros. Un espacio que contaba con ocho hileras de olivos y siete filas fotovoltaicas. Cada tronco de los árboles tenía un radio de 0,25 metros y una altura de 1 metro; mientras que la copa tenía un radio de 1 metro y una altura de 1,5 metros.

La variación en el ángulo de inclinación de los paneles mostró tener un impacto significativo en la generación de energía, mientras que la altura de los módulos fotovoltaicos afectó principalmente al rendimiento del olivo.

Para evaluar la productividad combinada de energía y cultivos de este sistema, los investigadores emplearon la relación equivalente de tierra (LER, por sus iniciales en inglés), que fue del 171% de lo que produciría cada sistema por separado si se implantara por separado en la misma zona. Algo que se consiguió cuando las placas solares se inclinaron a 20 grados.

Y este no es el único beneficio, ya que también contribuyen a reducir el presupuesto de agua de riego y retienen la humedad del suelo durante el verano. Los expertos exponen en un estudio publicado en la revista Science Direct que, dependiendo de la sombra, es posible ahorrar hasta 29% de agua en el campo.

Si deseas conocer más, haz clic aquí

Publicaciones Similares