Comisión Europea presenta nuevo paquete de medidas para contribuir con el “Pacto Verde”

En medio de las cada vez más estrictas regulaciones emitidas por gobiernos e instituciones para que las empresas adapten medidas sostenibles en sus operaciones, aparece la figura del “greenwashing”, una práctica de marketing verde destinada a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica que realmente no existe.

Para evitar este tipo de campañas y a su vez alargar el ciclo de vida de los productos textiles y buscar que los materiales de construcción sean más sostenibles para promover la economía circular, la Comisión Europea emitió esta semana una serie de medidas en ese sentido.

El paquete incluye una propuesta sobre nuevas normas para capacitar a los consumidores en la transición ecológica, de modo que estén mejor informados sobre la sostenibilidad medioambiental de los productos y cuales son los mejor protegidos.

Lee también: Shell y BYD conforman innovadora alianza para ofrecer soluciones de movilidad

El bloque europeo busca que casi todos los bienes físicos comercializados en el viejo continente sean más respetuosos con el medio ambiente, adaptados a la economía circular y eficientes desde el punto de vista energético en todo su ciclo de vida; desde la fase de diseño hasta su uso cotidiano, reconversión y eliminación.

Otra de las medidas presentadas por la institución con sede en Bruselas, se basa en una nueva estrategia para hacer que los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables, a fin de luchar contra la moda rápida, la basura textil y la destrucción de los productos textiles no vendidos.

Asimismo, se busca velar para que su producción se lleve a cabo respetando plenamente los derechos laborales y se incluye una propuesta que tiene como finalidad estimular el mercado interior de los productos de construcción y verificar que la normativa vigente contribuya a que el entorno construido cumpla los objetivos en materia de sostenibilidad y clima.

Avances en la Unión Europea

El conjunto de propuestas presentadas por la Comisión Europea se basa en el éxito de las actuales normas de diseño ecológico de la UE, que han supuesto reducciones notables del consumo de energía y grandes ahorros para los consumidores.

Solo en 2021, los requisitos de diseño ecológico vigentes permitieron ahorrar a los consumidores 120 mil millones de euros. Las regulaciones también han permitido reducir en un 10% el consumo anual de energía de los productos que entran en su ámbito de aplicación.

Se espera que para 2030, la nueva normativa podría facilitar un ahorro de energía primaria de 132 millones de toneladas de equivalente petróleo, lo que equivale aproximadamente a 150 mil millones de metros cúbicos de gas natural, una cifra casi equiparable a las importaciones de gas ruso por parte de la Unión Europea.

Redacción I Jhonattan González

Publicaciones Similares