Argentina

Argentina da un paso atrás en producción de biocombustibles

Argentina, conocida históricamente por ser una potencia agrícola, se ha convertido en un importante productor de biocombustibles en los últimos años. Sin embargo, está retrocediendo en el uso de este sustituto del petróleo en el transporte, decisión en la que la economía pesó mucho, ignorando preocupaciones ambientales.

Una nueva ley publicada en agosto, ocasionó la reducción del 10% al 5% la mezcla mínima obligatoria de biodiésel de aceite de soja en combustible y, le dio al poder ejecutivo la opción de bajarlo al tres por ciento, si lo considera necesario para reducir los precios para los consumidores.

Está ley contó con el apoyo del gobierno del presidente Alberto Fernández y fue aprobada en el Congreso junto a un nuevo Marco Regulatorio de Biocombustibles que estará vigente hasta 2030.

Con respecto a la gasolina, la ley mantuvo la mezcla actual de 12 por ciento de bioetanol a base de maíz y caña de azúcar, pero le da al gobierno la opción de reducirla al nueve por ciento.

“Las mezclas obligatorias de combustibles derivados del petróleo con biocombustibles entraron en vigencia en 2010, y desde entonces, han generado la mayor reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en la historia argentina, al menos hasta 2019”

Luciano Caratori, consultor energético

Luciano Caratori, investigador de la Fundación Torcuato Di Tella, mencionó que 2019 fue el primer año en que las energías renovables no convencionales, básicamente eólica y solar, representaron una parte importante de la generación eléctrica en el país.

Algunos números

Actualmente, según cifras oficiales, el país representa el 9,7% del «mix eléctrico», donde el 87 por ciento del suministro de energía primaria se basa en combustibles fósiles: 54% de gas natural, 31% de petróleo y el resto, carbón.

Argentina, la tercera economía más grande de América Latina, es un exportador de petróleo, pero debido a su limitada capacidad de refinación, también es un importador neto de gasolina y diésel.

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Caratori dijo que la reducción en el uso de biocombustibles es inconsistente con los compromisos de mitigación del cambio climático que Argentina presentó en diciembre de 2020, en la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) en el marco del Acuerdo de París.

El país se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en más del 20 por ciento para 2030 desde el pico de 2007 y a lograr la neutralidad de carbono para 2050.

Una de las formas de alcanzar estos objetivos, según la NDC, es reducir las emisiones del transporte, un sector que representó el 33 por ciento de la demanda total de energía en 2019, mediante el uso de biocombustibles e hidrógeno y electrificación.

Con información de IPS

Redacción | Antonio Vilela

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