Apple elimina el 60% de sus emisiones y sigue creciendo
En un hito sin precedentes para las grandes tecnológicas, Apple anunció haber reducido sus emisiones de carbono en 60% desde 2015, evitando 41 millones de toneladas métricas de CO2 solo en 2024, mientras simultáneamente aumentaba sus ingresos en más de 65% durante el mismo periodo.
Este logro, detallado en su último Informe de Progreso Ambiental, marca un caso de éxito en desacoplar crecimiento económico de impacto ambiental.
La estrategia de Apple se basa en cuatro transformaciones clave:
- La migración completa a energías renovables en sus operaciones globales (logrando el 100% en instalaciones propias y 89% mediante proyectos exclusivos);
- La reconversión ecológica de su cadena de suministro con 320 proveedores ahora comprometidos con energía limpia;
- La innovación en procesos industriales para reducir los potentes gases fluorados en la fabricación de componentes;
- La economía circular que ya incorpora 24% de materiales reciclados en sus productos.
«Estamos reescribiendo las reglas de la manufactura tecnológica. Cada iPhone, Mac o dispositivo que producimos hoy genera menos de la mitad de las emisiones que hace nueve años, y seguimos avanzando»
Lisa Jackson, vicepresidenta de Medio Ambiente de Apple
Cabde destacar que cerca del 90% de la energía de Apple proviene de proyectos desarrollados específicamente para la empresa, como parques eólicos y solares construidos bajo contratos a largo plazo.

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Desafíos de Apple
Los desafíos persisten, particularmente en el creciente consumo energético de funciones de inteligencia artificial (IA) y en garantizar el abastecimiento ético de minerales.
Apple enfrenta denuncias (que rechaza) sobre el origen de materiales como tantalio y estaño. Paralelamente, la compañía expande sus programas de conservación hídrica que ahorraron 14 mil millones de galones de agua en 2024 y proyectos de reabastecimiento que beneficiarán regiones críticas durante las próximas décadas.
Con 75% de su meta de reducción de emisiones ya alcanzado, Apple se concentra ahora en las soluciones para el 25% restante, incluyendo tecnologías pioneras de captura de carbono.
El caso Apple demuestra que incluso las corporaciones más grandes pueden reinventar sus modelos operativos cuando la sostenibilidad se convierte en eje estratégico, no solo en compromiso publicitario.

La pregunta que deja abierta es si este ejemplo podrá escalarse al resto de la industria tecnológica, particularmente cuando la IA demanda cada vez más recursos energéticos.