Alpek, Natura, CVC, Sungrow, CEC y Schneider Electric destacan la importancia de la economía circular en la sostenibilidad
Latam Green organizó un encuentro virtual para destacar las estrategias, planes, avances y acciones sobre sostenibilidad en Latinoamérica, de forma paralela a la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP27), que se llevaba a cabo en Egipto y que reunió a importantes líderes mundiales.
El encuentro, titulado «Latam NetZero Summit COP27» contó con el panel «Economía circular en las corporaciones de América Latina«, que tuvo la participación de Mauricio Coindreau, Global ESG Director de Alpek; Paola Nimo, gerente de sustentabilidad de Argentina y Chile de Natura; Bibian García, directora de mentoría y capacitación de la Cámara de Comercio Verde de México; Luis Miguel González Castillo, Key Account Manager de Sungrow; Luis Felipe Ordóñez, director del Centro Economía Circular de Colombia, y Felipe Camargo Cargo, gerente senior sostenibilidad para Schneider Electric en América del Sur, quienes debatieron bajo la moderación de Andrés García, director de movilidad de Invest in Latam.
Estandarización e innovación
Mauricio Coindreau, representante de Alpek, compañía de comercialización de energía, productor y reciclador de PET en América que maneja más de 35 plantas en 9 países, comentó que se debe trabajar fuertemente si se desea superar las barreras para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones (cero de cara a 2050). Para ello, enfatizó tres pilares fundamentales para la correcta implementación de la economía circular: Estandarización, innovación y empaques retornables.
«La estandarización se basa en definir el tipo de materiales que se utilizan para ciertos productos, ya que ayudaría mucho en el proceso de reciclaje. La innovación es encontrar nuevas alternativas para sustituir nuestras materias primas que den origen a materiales ecológicos con nuevas formas de proceso, mientras que el uso de empaques retornables también jugará un papel importante».
A nivel corporativo, señaló que la empresa firmó este año su compromiso con SBTi (Objetivos Basados en la Ciencia, por sus siglas en inglés), que la convierte en una de solo seis compañías en México en hacerlo. Además, indicó la falta de legislación en la mayoría de países de Latinoamérica con respecto a la implementación de la economía circular de forma constante, como se ve en Europa, debido a no contar con esquemas o valor monetario que reflejen qué regresará, dado que el proceso requiere tiempo y dinero.
Por otro lado, Coindreau expresó que el mayor desafío a atacar en pro de la circularidad se basa en crear ecosistemas en diferentes regiones y ciudades para fortalecer esta economía. «Para lograr este cambio sistémico es importante que las ONG, startups, gobiernos y corporaciones trabajen de la mano, ya que la colaboración será clave, así como incentivar cambios de hábito y de cultura».
Economía circular con regeneración social
Paola Nimo, ejecutiva de Natura, empresa de cosméticos de venta directa y en línea con presencia en toda Latinoamérica, aseguró que la compañía busca ir más allá del concepto en sí, es decir, regenerar más de lo que es necesario para la producción. «Debemos pensar en el diseño, haciéndonos cargo de la cadena de valor desde principio a fin, para saber cómo los consumidores estarán destinando los productos una vez consumidos».
También, comentó acerca de los objetivos sostenibles que han trazado de cara a los próximos años. «Entre las acciones que realizamos nos comprometemos a incrementar las inversiones en soluciones regenerativas, así como también compensar por medio de programas de recolección y reutilización para alcanzar el 100% de nuestra disposición responsable para 2030″.
A su vez, Nimo afirma que la compañía busca fortalecer la cadena de valor, reciclajes locales, el trabajo de las cooperativas y recuperadores en envases. Por otro lado, habló acerca del acuerdo pactado en 2020 que influye en el proceso de sustentabilidad de la marca. «Nacimos con ADN sostenible. En 2020 firmamos un compromiso para hablar sobre nuestra visión 2030, con tres bases esenciales: Defender los derechos humanos, abrazar la economía circular y enfrentar la crisis climática y proteger la Amazonía«.
La ejecutiva señaló que el último de ellos implica lograr emisiones neta de carbono cero para 2030, 20 años antes del compromiso expuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, reveló que el proceso de transición no se trata solamente en economía circular, sino de aquellas prácticas que abarcan generación e inclusión social. «Todos debemos estar en esa agenda para lograr tener un mejor planeta y un mejor mundo para todas las personas, y que por supuesto estén incluidas».
Entender la gestión para una mejor circularidad
Felipe Camargo Cargo, representante de Schneider Electric, compañía líder a nivel mundial en materia de transformación digital de la gestión de la energía y la automatización, comentó acerca de la importancia de entender la gestión de operaciones con respecto a la economía circular.
«La forma en la que venimos participando en la circularidad es entendiendo cómo gestionar consumos de energías o cómo poder reducirlas. Desde mi posición manejamos este proceso para a partir de allí, comenzar a involucrar a la cadena de valor».
También, destacó que muchas veces las compañías cuentan con metas establecidas por medio de rutas de trabajo, sin dar la importancia que requiere el realizar énfasis en la cadena de valor, proveedores o clientes. «En Schneider Electric trabajamos este aspecto entendiendo sus emisiones de alcance 3, cómo sus cadenas tienen efectos para trabajar puntualmente con ellos en el objetivo de reducir las emisiones, y así tomar decisiones vinculadas directamente con la circularidad«, señaló.
Por otro lado, realizó especial énfasis en la digitalización, que juega un papel clave en la economía circular. «Este método permite facilitar los procesos y automatizarlos para un adecuado aprovechamiento de recursos, la reincorporación a los procesos y reducción de emisiones de gestión, además de contar con una economía que pase de lo lineal a lo circular».
También, señaló que cerca del 45% de las emisiones globales provienen puntualmente de la fabricación y del uso de productos. «Si no se trabaja en la cadena de valor se está perdiendo una fuerte cantidad de aprovechamiento circular para poder llegar a la mitigación o reducción de emisiones de carbono efectiva que solo se logrará, no solo desde el punto vista corporativo, sino con un mayor alcance en pro de tomar mejores decisiones».
Apoyo para lograr la circularidad
Bibian García, ejecutiva de la Cámara de Comercio Verde de México, encargada de fortalecer y acompañar emprendimientos, empresas y organizaciones comprometidas con la creación de cadenas de valor sostenibles, señaló a la economía circular como un eje importante en las actividades que realizan a diario en la organización.
En ese sentido, la misión de la organización se basa en promover una economía más humana y sostenible donde entra la circularidad como pilar, apoyando la transición de compañías y organizaciones que persiguen parámetros de sostenibilidad y responsabilidad social por medio de la generación de confianza entre sus grupos de interés, ofreciendo servicios de desarrollo de capacidades, promoción de redes de negocios verdes e incidencia en políticas públicas.
Por otro lado, desde la perspectiva de García, la información figura como elemento clave dentro de los desafíos de cara a potenciar la economía circular. «Muchas personas realizan actividades relacionadas con la sostenibilidad y no saben realmente que lo están haciendo. Por ello, es necesario como empresas saber qué se está produciendo, qué materiales se utilizan y qué hace falta para gestionar de forma correcta«, comentó.
«El conocimiento será un aliado fundamental para comenzar a medir la capacidad que tenemos para implementar acciones economía circular, dado que si no se conoce qué se tiene será complicado empezar a generar las soluciones. Se habla mucho del reciclaje textil, por ejemplo, entonces es necesario saber que existen una serie de fibras que se componen de diversos materiales».
La basura: Error de diseño
Luis Miguel González Castillo, representante de Sungrow, fabricante de equipos de transformación de energía, principalmente solar, destacó la presencia de iniciativas en la organización que comprometen a la empresa a ser 100% renovables de cara a los siguientes 5 o 6 años, es decir, toda la energía que consumen y utilizan para operar debe provenir de fuentes renovables.
«La basura es un error de diseño, pues desde el principio todos debemos conseguir que nuestros productos sean mucho más amigables con el ambiente, y en realidad tenga un cierre, para que podamos pasar de una economía lineal a otra circular».
Por otro lado, para González Castillo, son muchos los desafíos en Latinoamérica en materia de economía circular. «Existe mucho por hacer, varios mercados por explorar. Por ejemplo, durante mi participación en la COP25 se hablaba de temas que parecían obvios como tecnología, acción e información o métricas. Sin embargo, los países de economías emergentes carecen de los mismos», puntualizó.
Además, destacó la voluntad como una palanca clave para reducir las emisiones, que no se evidencia como debería verse en la región. «Las compañías que están comprometidas en Latinoamérica, desde México hasta la Patagonia son solamente seis, mientras que las otras están en el resto del mundo«, señaló.
Tres fuerzas
Luis Felipe Ordóñez, ejecutivo del Centro de Economía Circular de Colombia, organización encargada de plantear soluciones y nuevos modelos de negocio en los que se elimine al máximo los impactos ambientales bajo el correcto uso de recursos, asegura que su organización tienen el reto de dar a entender a las pequeñas empresas cómo pueden implementar la circularidad de manera práctica y efectiva a través de proceso de innovación.
«Este proceso de transición hacia la economía circular ha sido interesante debido a la aceleración que ha tomado en los últimos años. Se debe prestar atención a tres fuerzas: Los consumidores conscientes son cada vez más; las regulaciones para la ayuda de hojas de ruta o estrategias, y las barreras de mercado a aquellas empresas que deseen exportar productos o servicios y que contemplen prácticas circulares.
De esta manera, Ordóñez asegura que siguiendo estos pasos se dará respuesta a consumidores exigentes y barreras no arancelarias que se comienzan a ver, como por ejemplo en la Unión Europea.
Sin embargo, para el ejecutivo sigue siendo un reto implementar la circularidad. «De acuerdo con el Circularity Gap, la economía circular disminuyó de 9,1% en 2018 a 8,6% en 2020. Esto se debe a un mayor consumo, por lo que el reto continúa, aunque los aspectos de políticas públicas, mercado y regulaciones que se están dando nos llevarán a un mejor proceso», finalizó.