Nuevas pinturas de colores podrían reducir la calefacción y la refrigeración
En regiones con climas cálidos y soleados, es habitual ver casas pintadas de blanco para reflejar la luz del sol y mantenerse frescas durante el día, pero ingenieros de la Universidad de Stanford han añadido color a esas pinturas refrescantes.
Sus nuevas pinturas pueden ser de cualquier color del arco iris, y podrían mantener los edificios más frescos en verano y más cálidos en invierno, reduciendo considerablemente el consumo de energía de los sistemas de refrigeración y calefacción de espacios.
En experimentos de laboratorio, las pinturas reducen la energía utilizada para calefacción en un 36% aproximadamente y la necesaria para refrigeración en casi un 21%.
Las simulaciones por ordenador mostraron que la aplicación de las pinturas en las paredes exteriores y los tejados de un edificio de apartamentos de mediana altura típico en diferentes zonas climáticas de Estados Unidos reducía el consumo total de energía de calefacción, ventilación y aire acondicionado en 7,4% a lo largo de un año.
La calefacción y refrigeración de viviendas y edificios representa alrededor del 13% del consumo mundial de energía.
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Más detalles de las pinturas
Estas nuevas pinturas que reflejan el calor ofrecen una vía pasiva para refrigerar no solo edificios, sino también vehículos y camiones.
Las nuevas pinturas, publicadas en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, se componen de dos capas:
- La inferior se basa en escamas de aluminio que reflejan la radiación infrarroja;
- La superior es una capa ultrafina que deja pasar las ondas infrarrojas y contiene partículas diminutas que pueden ser de distintos colores.
Aplicadas en el exterior de los edificios, podrían impedir el paso, y en el interior, mantener el calor en invierno.
El equipo fabricó y probó de color blanco, azul, rojo, amarillo, verde, naranja, morado y gris oscuro, y cada una de ellas reflejaba 10 veces mejor la luz infrarroja que las pinturas convencionales de los mismos colores.
Además, las pinturas son hidrófugas, lo que las hace estables en ambientes húmedos y fáciles de limpiar con un paño húmedo, y no mostraron ninguna pérdida de rendimiento tras una semana de exposición a temperaturas elevadas de 80 °C y mínimas de -196 °C.
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