La ONU advierte sobre costos anuales de 10 billones de dólares en sistemas alimentarios insostenibles
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha calculado que las empresas de toda la cadena de valor alimentaria externalizan cada año 10 billones de dólares en riesgos relacionados con el medio ambiente y la salud humana.
La cifra es el titular del nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que evalúa el estado de los sistemas alimentarios mundiales, publicado en vísperas de la próxima cumbre anual de la ONU sobre el clima, la COP28.
La FAO estima que los fallos actuales en nuestros sistemas alimentarios están provocando más de 7 billones de dólares de costos relacionados con la salud humana cada año.
En el informe se citan las pérdidas de productividad y los costos de salud pública relacionados con la obesidad en muchas partes del Norte Global, además de los problemas relacionados con la malnutrición en gran parte del Sur Global.
Además, se describen los vínculos demostrados entre una dieta inadecuada y enfermedades como la diabetes y algunos tipos de cáncer.
La mayor parte de los costos restantes, alrededor de 2 billones de dólares, se deben a la degradación del medio ambiente. La FAO señala que es probable que esta cifra esté subestimada debido a la falta de datos de calidad a escala mundial.
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Sobre el reporte de la ONU
Según el informe, los costos incluyen rectificar y hacer frente a la contaminación del agua y la pérdida de hábitat debido al cambio en el uso de la tierra.
Por otra parte, indica que ningún país es inmune a estos costos ocultos, pero los países de renta baja se ven desproporcionadamente afectados, ya que los costos representan más del 25% de su PIB. Esta cifra contrasta con la media del 12% del PIB en los países de ingresos medios y del 8% en los países más ricos.
La organización de la ONU ha prometido una evaluación más detallada de los costos ocultos en una actualización de este análisis el próximo año. Su informe de 2024 también hará recomendaciones para intervenciones políticas específicas, incluyendo cambios en los sistemas fiscales y de subvenciones que actualmente sostienen el sistema alimentario.
De momento, insta a los responsables políticos a que empiecen a tener en cuenta los costos reales de los sistemas actuales a la hora de tomar decisiones políticas, señalando que estos aumentarán si no se interviene.
Cabe señalar que, a través del tratado de biodiversidad de la ONU, alrededor de 190 naciones ya han acordado reformar colectivamente 500.000 millones de dólares de subvenciones perjudiciales para el medio ambiente antes de 2030. Dado que la agricultura es uno de los sectores más subvencionados del mundo, sería negligente que las reformas no repercutieran en la industria.
La COP28, que comienza en Dubai el 30 de noviembre, podría arrojar luz sobre el cumplimiento de este objetivo.
«Espero sinceramente que este informe sirva como llamada a la acción para todas las partes interesadas, desde los responsables políticos y los actores del sector privado hasta los investigadores y los consumidores, e inspire un esfuerzo colectivo para transformar nuestros sistemas agroalimentarios en beneficio de todos»
Qu Dongyu, director general de la FAO
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