ONU: “cambio climático, conflicto, y COVID obligan a más personas a pasar hambre”
La ONU ha publicado “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021 (SOFI)”, un reporte que por primera vez incluye datos sobre el impacto de la pandemia y amplía el conocimiento sobre riesgos climáticos. La información general del informe indica que el número de personas afectadas por el hambre crónica en 2020 aumentó más que en los cinco años anteriores combinados.
Específicamente, la ONU señala que los niveles mundiales de hambre se han disparado debido al conflicto, el cambio climático y el impacto económico de COVID-19; y uno de cada cinco niños en todo el mundo tiene retraso en el crecimiento, advirtieron el lunes agencias de la organización.
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El cambio climático y sus riesgos
La información recabada parte del análisis directo de los efectos del cambio climático sobre la tierra y sus riesgos a nivel alimenticio.
Los cambios en temperaturas e incertidumbre climática traen consigo cosechas irregulares e insuficientes, así como escasez de agua, aseguran. Al mismo tiempo, los conflictos y el desplazamiento forzoso perjudican la nutrición de los afectados.
En detalle, se señala que alrededor de una décima parte de la población mundial, entre 720 y 811 millones de personas, estaban desnutridas el año pasado.
Unos 418 millones de ese número se encontraban en Asia y 282 millones en África. Mientras que, a nivel mundial, 2.400 MM de personas no tuvieron acceso a alimentos suficientemente nutritivos en 2020, un aumento de casi 320 MM en un año.
La publicación incluye una declaración conjunta, en la que sus participantes explican que revertir la situación tomará años de trabajo, especialmente considerando el impacto reciente de la pandemia.
ONU pide cambios en política
El informe también destaca cómo el cambio climático ha dejado a las comunidades de los países en desarrollo, más expuestas al hambre, a pesar de que contribuyen poco a las emisiones globales de CO2.
Por ello, considera que ahora más que nunca, la acción climática es una tarea conjunta a nivel global.
Además de estos efectos, las naciones más pobres también son las menos preparadas para resistir o responder al cambio climático, aseguró Gernot Laganda, del WFP (World Food Programm).
Como consecuencia, las agencias participantes hacen un llamado a que la producción de alimentos sea más inclusiva, eficiente, resiliente y sostenible.
Especialmente, esperan que se considere a futuro la necesidad de avanzar no sólo en el control del cambio climático, sino que también se generen acciones que incidan en la nutrición de más jóvenes y niños.
Redacción | José Luis Álvarez Escontrela