EE.UU. dona R$ 2.500 millones al Fondo Amazonía
Durante una reunión de jefes de estado en el Foro de las Grandes Economías sobre Energía y Clima (MEF), el gobierno de Estados Unidos anunció el pasado jueves (20/04) una donación de R$ 2,5 mil millones al Fondo Amazonía, junto con otras iniciativas globales para combatir la deforestación, la protección ambiental, la reforestación y la mitigación del cambio climático en Brasil.
También se anunció el aporte inicial de R$ 250 millones en el marco de la Estrategia de Restauración Forestal de BTG Pactual, la cual busca movilizar US$ 1.000 millones para restaurar 300.000 hectáreas de tierras degradadas en Brasil, Uruguay y Chile.
Además, se reveló una donación de US$ 200 millones para acciones de reducción de emisiones de metano en países en desarrollo y US$ 1.000 millones para el Fondo Verde para el Clima (GCF).
Dicha colaboración afianza los lazos entre el gobierno de Estados Unidos y Brasil, los cuales han mantenido una serie de reuniones bilaterales desde la elección del presidente Lula, lo que llevó al anuncio de colaboración por parte del presidente Joe Biden en relación al Fondo Amazonía.
La primera de estas reuniones tuvo lugar en noviembre, durante el viaje de Lula a Egipto para la COP27. Posteriormente, el 10 de febrero, los presidentes se reunieron en Washington, donde Biden expresó su intención de trabajar en conjunto para proteger los bosques de Brasil, aprovechando recursos de otras fuentes.
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Sin precedentes
La contribución sin precedentes anunciada por el gobierno de los EE.UU. al Fondo Amazonía será de gran ayuda para su reactivación. Desde 2019, el fondo tenía poco más de R$ 3 mil millones en efectivo, pero fue paralizado por el gobierno anterior.
Con la contribución de Estados Unidos, el monto disponible en el fondo casi se duplicará, lo que permitirá financiar proyectos importantes para la protección del medio ambiente y la lucha contra la deforestación en la región amazónica.
El presidente Lula ha tomado medidas para reactivar el Fondo Amazonía desde su llegada al poder, y su decreto del 1° de enero permitió que se llevaran a cabo nuevas iniciativas para la protección del medio ambiente en Brasil.
“Esta es una contribución sin precedentes del gobierno de los EE. UU., que se sumará sustancialmente a las contribuciones ya realizadas por Noruega y Alemania. Será un aporte importante en la lucha contra las actividades ilícitas, pero sobre todo en la construcción de un modelo de desarrollo que redunde en un nuevo ciclo de prosperidad para la Amazonía, protegiendo a sus pueblos indígenas y tradicionales y generando beneficios para la vida de la población”, afirmó Marina Silva, ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático.
