Brasil trabaja en nueva estrategia para la gestión de la calidad del aire
Funcionarios del gobierno federal y representantes del Fondo de Defensa Ambiental (EDF) abordaron la colaboración en torno a la supervisión y administración de la calidad del aire en Brasil.
Ambas entidades se congregaron en el Ministerio del Medio Ambiente y Variabilidad Climática (MMA) en Brasilia, en una jornada que tuvo lugar el pasado 14 de agosto.
“Esta agenda es una de las más importantes frente a las crisis ambientales que estamos atravesando. Está fuertemente ligado a la calidad de vida de las personas”, asegura Adalberto Maluf, secretario nacional de Medio Ambiente Urbano y Calidad Ambiental.
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El proceso de consolidación de la colaboración está en pleno desarrollo y las sesiones de trabajo están programadas, marcando así el inicio oficial de la alianza entre el gobierno y el fondo.
Con base en su sede en los Estados Unidos, EDF respalda proyectos vinculados al control de la polución atmosférica y la reducción de los efectos del cambio climático en diversos puntos del globo.
Brasil avanza en gestión de calidad del aire
Con este nuevo paso, Brasil busca efectuar un análisis exhaustivo de la vigilancia atmosférica en la nación, con el propósito de respaldar una estrategia de acción de alcance nacional.
Thaianne Fábio, directora de Calidad Ambiental del MMA, junto con Cayssa Marcondes, subdirectora, expusieron las iniciativas llevadas a cabo por el MMA dentro del marco de la Agenda Nacional de Calidad del Aire. Pusieron énfasis en el Proyecto Red Nacional de Calidad del Aire.
Por otro lado, Sergio Sanches, director senior de política e iniciativas globales de aire limpio en EDF, subrayó la importancia trascendental de supervisar la polución atmosférica como una medida esencial para contrarrestar los impactos del cambio climático.
Expresó su confianza en los resultados positivos que emergerán de esta colaboración establecida con el gobierno de Brasil.
La agenda de cooperación también abarca la relevancia de mantener la calidad del aire en la región amazónica y en el ecosistema del Cerrado.
Los biomas en cuestión ejercen una influencia continua y desfavorable sobre la calidad del aire, la diversidad biológica y el bienestar de la población, esto último a raíz de los incendios.
Finalmente, durante la época de siniestros, diversos municipios en la Amazonía presentan los índices atmosféricos más desfavorables de Brasil.
