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Representantes del sector público analizan la importancia de la “Cooperación Sur-Sur” en la descarbonización latinoamericana

Como parte de su compromiso con la transición sostenible en Latinoamérica, Latam Green organizó el encuentro virtual “Latam Net Zero Summit: Cop27 Side Meeting“, donde se abordaron temáticas clave para el avance en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.

El encuentro, paralelo a la reunión del COP27 que se lleva a cabo en Egipto, dio inicio con el panel “El camino hacia cero emisiones en Latinoamérica: visión del sector público“, y contó con la presencia de Milagros de Camps, viceministra de Cooperación Internacional de República Dominicana; Natalie Pareja, directora de cambio climático del Ministerio de Ambiente de Uruguay; Javier Orccosupa Rivera, director ejecutivo del Ministerio de Ambiente de Perú; Ana Domínguez, jefa del Departamento de Mitigación del Ministerio de Ambiente de Panamá, y Yamina Silva, viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente del Perú.

El panel estuvo bajo la moderación de María Claudia Romero, docente investigadora de maestría en Responsabilidad Social y Sostenibilidad de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, señaló que “el cambio climático es una realidad. Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) advierte sobre una subida de la temperatura del planeta que podría alcanzar los 1,5°C entre 2030 y 2050, por lo que la descarbonización es hoy en uno de los asuntos más relevantes en los diálogos internacionales, nacionales e intersectoriales”.

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Transformación tecnológica

Natalie Pareja, representante del Ministerio de Ambiente de Uruguay, explicó desde la COP27 que se celebra en tierras egipcias, que para este año el tema es el financiamiento. “Los países en desarrollo necesitan inversiones para aplicar sus políticas de reducción de emisiones y los países desarrollados tienen el compromiso de movilizar recursos, que incluye también a la mitigación. Por otro lado, se esperan también avances en el tema de pérdidas y daños que ocasiona el cambio climático en nuestros países”.

En relación a los avances en el país, Pareja expresó que se han tomado medidas tempranas de investigación en cambio climático, especialmente en el sector energético. “Hace años, incorporamos energías renovables que representan el 96% de nuestra matriz. Sin embargo, esto nos obliga a avanzar en la descarbonización en el sector transporte, que representan el 60% de las emisiones de CO2. Contamos con un sistema privado con aportes públicos que le permitió al operador sortear la brecha de inversión. Actualmente, trabajamos en las transformaciones de ese subsidio al transporte, buscando mantener el precio a un costo accesible y que sea inclusivo”.

“También tenemos otro tipo de incentivos para el sector privado, que viene a ser la transformación tecnológica incluida en la Ley de Inversiones, donde las empresas pueden descontar del impuesto sobre la renta sus inversiones limpias, como los vehículos eléctricos utilitarios. Además, se ha beneficiado a gobiernos locales, y se han reducido impuestos a la compra de vehículos eléctricos y los impuestos en aduana por la importación. Uno de los primeros sectores que recibió beneficios por transformaciones tecnológicas fueron los taxis eléctricos, y ya se cuentan más 100 ataques circulando en Montevideo”.

Mecanismos de cooperación

Por su parte, Ana Domínguez, jefa del Departamento de Mitigación del Ministerio de Ambiente de Panamá, indicó desde la COP27, que su país busca fortalecer dos áreas. “Panamá ha impulsado un programa nacional que se llama ‘Reduce tus huellas‘ que integran soluciones de mitigación con las de adaptación, e impulsa a las empresas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y sus huellas hídricas, para transformar las cadenas de valor. Actualmente cuenta con 156 organizaciones en su segundo año de reporte, y cada vez se suman muchas más con el interés de reducir sus emisiones”.

“Otro aspecto importante ha sido el trabajo conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá, institución que lleva la cartera y la planificación económica y financiera del país, para incluir en su presupuesto el tema del cambio climático. Hemos realizado un acompañamiento para que puedan entender cómo se puede trabajar con un sistema de etiquetadores climáticos para que el gobierno incluya el tema desde la concepción de los proyectos. Es fundamental involucrar la planificación de políticas públicas desde el financiamiento para transformar toda la cartera a nivel nacional. Tanto el ministerio como el sector privado han sido punta de lanza dentro de la política y de cómo se está estructurando la gobernanza climática del país“.

Por otra parte, Domínguez resaltó la importancia de la cooperación. “Existe una brecha entre países, especialmente en temas de tecnología, un aspecto importante si queremos responder a llamados de evaluaciones, alinearnos a la realidad y desarrollar políticas basadas en la ciencia. Para nosotros fue muy exitoso apoyarnos en el mecanismo de Cooperación Sur-Sur, en el que Panamá ha destinado los cuatro últimos años en fortalecer el equipo técnico que generará datos climáticos. Junto a la Oficina de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente de Chile aumentamos nuestra capacidad técnica en el desarrollo de inventarios nacionales de gases de efecto invernadero y estadísticas. El tema de la Cooperación Sur-Sur es clave para ayudarnos en la región”

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Acciones clave

Yamina Silva, viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente del Perú, aclaró que los países en desarrollo no son los grandes responsables del cambio climático. “La deforestación en nuestra Amazonía está desvinculada a la adaptación, ya que el foco está orientado a la población migrante desde los Andes peruanos que sufren por la pérdida de glaciares, de recursos hídricos y el aumento de eventos extremos, que afectan su agricultura y la vida. Esto está relacionado con la adaptación, por lo que saludamos los esfuerzos para aumentar los financiamientos”, enfatizó Silva.

Por otra parte, la representante del Ministerio del Ambiente del Perú, indicó que es necesaria la transferencia tecnológica. “Si los países pequeños que no emitimos grandes cantidades de carbono, y que además queremos hacer cambios en nuestros sistemas y modelos necesitamos tecnologías que todavía siguen siendo inaccesibles, incluso para el sector privado que tiene que sumarse a este esfuerzo. Muchas veces no estamos en condiciones de cambiar los sistemas productivos porque sigue siendo una tecnología, por lo que también estamos trabajando en la implementación de la Ley Marco de Cambio Climático que nos dé las pautas”.

Yamina Silva también señaló un reto clave. “La vinculación entre nuestros países que comparten realidades similares, como la geografía, los Andes, la Amazonía y hasta el Océano Pacífico, nos debe llevar a unirnos y generar posibilidades de adaptación o adaptar tecnologías útiles para nosotros, sin esperar por la cooperación internacional o que vengan del Norte a enseñarnos. Tenemos capacidades y una cultura ancestral muy fuerte, como por ejemplo en la agricultura. Estamos en un proceso de reaprender lo que nuestros antepasados han hecho y lo podemos compartir con nuestros países vecinos. Tiene que haber esta un fortalecimiento de capacidades”.

Justicia Climática

Milagros de Camps, viceministra de Cooperación Internacional de República Dominicana, indicó que una de las prioridades de su país es el tema del financiamiento, especialmente para pérdidas y daños, y la creación de un mecanismo dedicado para atender urgencias, emergencias y necesidades en los eventos hidroclimatológicos extremos. “Tenemos la necesidad de financiamientos, que no respondan a la geopolítica, sino que cumpla con lo que es la justicia climática, porque nuestros países no causaron el cambio climático, pero somos los más afectados. Estamos trabajando en la creación de este mecanismo financiero, para asistir a los países en desarrollo y atender los costos que representa un evento climatológico extremo”.

Las brechas que hay en el acceso a la tecnología entre países desarrollados y en desarrollo es enorme, pero también en la misma Latinoamérica y el Caribe, y es algo que debemos atender porque nos enfrentamos a una doble transición, digital y verde, y debe ser financiada por nuestros gobiernos, pero también con el respaldo de la cooperación internacional. Hay muchas diferencias y necesitamos de la tecnología para tener sistemas energéticos resilientes y adaptarnos al cambio climático, que incluye temas como la seguridad alimentaria, la agricultura, entre otros”.

Además, de Camps explicó los objetivos de República Dominicana. “Nosotros tenemos la meta de alcanzar un 30% de nuestra matriz energética al 2030. Tenemos una gran capacidad para la generación de energías renovables, y avanzamos en temas transporte limpio, donde somos líderes regionales en infraestructura de carga y de movilidad, que está creando un marco habilitador para los vehículos eléctricos. Observamos un ambiente bastante positivo, y el sector privado ha sido un actor estratégico que ha apostado a estas tecnologías y a la diversificación de la matriz”.

La investigación: pieza fundamental

Por su parte, Javier Orccosupa Rivera, director ejecutivo del Ministerio de Ambiente de Perú, considera que la adaptación es una prioridad para los países en vía de desarrollo, como también la sinergia. “Es clave debatir globalmente y actuar localmente. En nuestras regiones sí es posible avanzar en la adaptación con esfuerzos sinérgicos del sector público, privado y la población, como ocurre con el proyecto piloto de Ciudades Sostenibles, que incluyen medidas de adaptación y mitigación, con énfasis en espacios urbanos orientados a mejorar la calidad de vida de la población”.

En relación a la academia, Orccosupa señaló que en Perú los programas académicos de ingeniería y ciencias no exactas están actualizando sus programas curriculares por norma, cada tres años y se está incorporando la variable de sostenibilidad, economía circular y resiliencia al cambio climático para los nuevos tiempos. “Esto es una oportunidad para avanzar en la Cooperacióin Sur-Sur, que ya cuenta con ejemplos bastante concretos. Uno de ellos, que conozco de cerca, es el que llevan a cabo México, Argentina y Bolivia, que cuenta con plantas de ensamblaje y producción de vehículos, cero emisiones con tecnologías locales”.

Por último, el representante de Perú dijo que “la ventana tecnológica de transferencia es una buena oportunidad de cooperación, que se puede realizar de la mano con la academia. La investigación y la tecnología al servicio de la gestión y la eficiencia ambiental es una gran alternativa para avanzar en la descarbonización de la región“.

A continuación, el día 1 del “Latam Net Zero Summit: Cop27 Side Meeting“:

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