Reporte: «América Latina necesita $99.000 millones anuales para su desarrollo sostenible»
América Latina y el Caribe enfrentan un desafío económico considerable para avanzar hacia el desarrollo sostenible.
De acuerdo con el informe Perspectivas Económicas de América Latina 2024, elaborado por la OCDE, la CEPAL, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Europea, la región requiere una inversión anual cercana a los 99.000 millones de dólares.
Para movilizar los recursos requeridos será necesario adoptar una estrategia coordinada que incluya a los sectores público y privado, así como mecanismos de financiamiento innovadores y una estrecha coordinación con los socios internacionales.
El reporte, presentado en Madrid, analiza los obstáculos estructurales que limitan el crecimiento económico y social, y propone estrategias para superar estas barreras y fortalecer la resiliencia de la región en un contexto global complejo.

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Retos significativos
El informe advierte sobre varios problemas crónicos que han afectado el desarrollo de América Latina durante décadas. Uno de los más preocupantes es la baja productividad, un aspecto esencial para la competitividad de cualquier economía, que no solo se mantiene estancado, sino que además muestra una tendencia a la baja.
Este fenómeno se ve agravado por el crecimiento del empleo informal, el cual priva a millones de trabajadores de derechos laborales fundamentales y reduce significativamente la capacidad recaudatoria de los Estados, dificultando la implementación de políticas de bienestar y desarrollo.
La estructura tributaria de la región también representa un reto significativo, caracterizándose por una fuerte dependencia de impuestos indirectos, como el IVA, que en promedio representa el 48% de los ingresos fiscales.
Esta alta dependencia de impuestos regresivos impacta desproporcionadamente a los sectores más vulnerables de la población, lo que dificulta la redistribución equitativa de la riqueza y perpetúa las desigualdades socioeconómicas.
Los aranceles y el efecto dominó
En el ámbito internacional, el informe destaca cómo las políticas proteccionistas han afectado negativamente a las economías en desarrollo.
Las medidas arancelarias implementadas durante la administración de Donald Trump generaron un efecto dominó en los mercados globales, con pérdidas que superan el billón de dólares.
Estas acciones han perjudicado especialmente a los países con economías menos diversificadas, obligándolos a buscar estrategias alternativas para mitigar sus efectos adversos.

En este contexto, América Latina enfrenta la necesidad de fortalecer sus alianzas regionales e internacionales para diversificar su comercio y reducir su vulnerabilidad ante dinámicas económicas externas.
Principales retos
La pobreza y la inflación continúan siendo problemas críticos para la región. Actualmente, el 27% de la población latinoamericana vive en condiciones de pobreza, mientras que la inflación persistente erosiona el poder adquisitivo de los hogares, profundizando las desigualdades económicas y sociales.
A pesar de la urgencia de atender estos problemas, la distribución de la financiación para el desarrollo sigue siendo desigual.
Aunque el 34% de los recursos se destinan al apoyo empresarial, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, solo 19% se invierte en sectores estratégicos como la transición ecológica, la igualdad de género, la digitalización y la innovación.

Dicha disparidad pone en evidencia una priorización que podría comprometer el crecimiento sostenible a largo plazo, limitando el impacto de las inversiones en áreas clave para el futuro de la región.
Hacia una estrategia coordinada
Para hacer frente a estos desafíos, el informe sugiere una mayor coordinación entre los países latinoamericanos. La optimización de la gestión del gasto público y una administración más eficiente de la deuda permitirían liberar fondos para proyectos de desarrollo que impulsen la transformación económica y social.
Asimismo, se plantea la necesidad de reformar los sistemas tributarios, reduciendo la dependencia de impuestos regresivos y promoviendo una recaudación más equitativa y progresiva.
La transparencia en el manejo de los recursos públicos y el combate a la evasión fiscal son elementos clave para fortalecer la estabilidad financiera y garantizar la sostenibilidad de las políticas públicas.

América Latina se encuentra en un momento decisivo en el que debe elegir entre continuar con esquemas económicos tradicionales que perpetúan la desigualdad o apostar por reformas audaces que aseguren un futuro más equitativo y resiliente.
La inversión requerida de 99.000 millones de dólares al año no solo representa una cifra de gran magnitud, sino también un recordatorio de la urgencia de actuar de manera coordinada y estratégica.
En este contexto, la cooperación regional y la adaptación a las nuevas dinámicas globales serán fundamentales para que América Latina pueda superar sus obstáculos históricos y avanzar hacia un desarrollo que garantice prosperidad y estabilidad para las generaciones futuras.