COP30: Cien países presentan por primera vez informes bienales de transparencia
A menos de una semana para el inicio de la COP30, 109 países han entregado sus primeros informes bienales de transparencia (BTR), marcando el arranque efectivo del mecanismo de control y rendición establecido por el Acuerdo de París.
La presentación masiva de estos informes aporta, por primera vez, una visión consolidada y comparable del progreso global en mitigación, adaptación y en las necesidades de apoyo financiero y técnico, pero subraya también la urgencia de acelerar acciones y recursos para cumplir las metas de 2030.
Los BTR entregados cubren inventarios nacionales de gases de efecto invernadero hasta 2022 e incluyen información detallada sobre políticas y medidas, avances en las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC), acciones de adaptación y datos sobre asistencia financiera y técnica proporcionada y recibida.
En conjunto, las 109 presentaciones representan cerca del 75% de las emisiones mundiales registradas en 2020 y constituyen la primera serie de datos homogéneos bajo el nuevo marco de transparencia reforzada del Acuerdo de París.
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Principales resultados
La síntesis elaborada por la secretaría de la CMNUCC, publicada el 31 de octubre de 2025, constata que 50 países, responsables de más de la mitad de las emisiones globales, muestran avances iniciales en la senda hacia sus objetivos para 2030.
Los datos recogen aproximadamente 5.000 políticas y medidas aplicadas en todos los sectores y gases, de las cuales un cuarto han sido adoptadas o diseñadas específicamente para cumplir las NDC.
No obstante, el conjunto de reportes también revela que, en términos agregados, las emisiones reportadas por 81 países aumentaron 15,6% entre 2005 y 2021, impulsadas por la recuperación económica postpandemia, el crecimiento poblacional y el incremento en la demanda energética.
Mitigación y oportunidades
Las energías renovables y la movilidad eléctrica aparecen como las palancas con mayor potencial de escalamiento inmediato.
Los BTR incluyen ejemplos de despliegue acelerado de vehículos eléctricos y proyectos de energía limpia, aunque la escala aún no es suficiente para revertir las tendencias de emisiones en muchos territorios.
La evidencia sugiere que, sin una aceleración combinada de políticas, inversión y despliegue tecnológico, las trayectorias actuales no alcanzarán los objetivos globales de reducción de emisiones.
El volumen de informes con componente de adaptación (91 de los 109 BTR) indica que la planificación frente a riesgos climáticos está ganando prioridad.
Entre las prioridades señaladas, la gestión del recurso hídrico y las soluciones basadas en la naturaleza emergen con frecuencia como medidas centrales.
Al mismo tiempo, las presentaciones ponen de manifiesto limitaciones técnicas en la cuantificación y monitoreo de vulnerabilidades que requieren apoyo especializado para consolidar planes de adaptación robustos.

Brecha de financiamiento y necesidad de apoyo
Los BTR confirman una brecha financiera crítica: el financiamiento climático informado a través de canales públicos y movilizado por intervenciones públicas promedió US$63,17 mil millones anuales en 2021–2022, mientras que los países en desarrollo reportaron necesidades agregadas por US$3.396 billones, de las cuales la gran mayoría se requerirá antes de 2030.
Estas cifras exponen que las ambiciones declaradas carecen de la contrapartida financiera necesaria para su materialización y que la movilización de recursos, incluida la privada, debe escalar con urgencia.
El ejercicio de presentación evidenció diferencias de capacidad entre jurisdicciones: 47 de las 66 naciones en desarrollo que remitieron BTR solicitaron alguna disposición de flexibilidad debido a limitaciones en inventarios y proyecciones.
Esto refuerza la necesidad de combinar exigencia y asistencia técnica para garantizar que la mejora de la transparencia no penalice a países con menor capacidad institucional, y para asegurar la comparabilidad de los datos sin sacrificar la inclusión.
Relevancia y riesgos
Los BTR llegan a la COP30 de Belém como insumos técnicos clave para las negociaciones sobre ambición climática, finanzas y mecanismos de apoyo.
Aunque los informes reflejan medidas y avances incipientes, la síntesis subraya que el ritmo de transformación sigue siendo insuficiente frente a la urgencia de los impactos climáticos.
Los próximos días de negociación deberán traducir diagnósticos en compromisos operativos y en flujos financieros concretos que permitan corregir las trayectorias hacia 2030.
Entre los riesgos destacados por los BTR figuran la persistencia de una brecha financiera masiva, déficits de datos y capacidades técnicas en múltiples países, y la posibilidad de que acciones fragmentadas no se traduzcan en reducciones globales si no se articulan políticas coherentes y mecanismos de apoyo que armonicen esfuerzos entre regiones y sectores.
Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, indicó: “En todas las regiones, los países están poniendo en práctica el Acuerdo de París mediante políticas más sólidas, nuevas instituciones y enfoques de toda la sociedad que están impulsando cambios en la economía real. Sin embargo, el ritmo aún no está a la altura de la urgencia que enfrentamos”.
La declaración enfatiza la dualidad del mensaje: avances reales combinados con una llamada inequívoca a acelerar medidas y recursos que se verán en la COP30.
Llamada a la acción
Los países, los inversionistas y las instituciones multilaterales deben convertir la información contenida en los BTR en acciones decisivas: intensificar financiamiento climático, desplegar transferencia tecnológica y reforzar capacidades de monitoreo y verificación.
Solo una respuesta concertada que aumente la velocidad y escala de las intervenciones permitirá alinear las trayectorias nacionales con los límites de seguridad climática y proteger a comunidades y economías frente a eventos climáticos crecientes.
Tras la entrega de los BTR, la atención se centra en la COP30 de Belém donde negociadores y ministros discutirán medidas para cerrar la brecha de ambición y acordar mecanismos de movilización de recursos.
A la par, la CMNUCC trabajará con países y socios para fortalecer capacidades técnicas y mejorar la consistencia de los reportes futuros, con el objetivo de que las próximas rondas de transparencia ofrezcan datos más completos y accionables.
