¿Qué es la normativa de emisiones Euro 6 y por qué es importante para el futuro del planeta?
Si bien es cierto que cada país trabaja unilateralmente para establecer acciones y regulaciones que reduzcan las emisiones de carbono (CO2) provenientes del sector automotriz, hay legislaciones que se han realizado de manera mancomunada, con el objetivo de seguir una línea en la lucha contra la contaminación, apegadas a los acuerdos internacionales.
Uno de esos esfuerzos está representado en las normativas Euro, determinadas por la Unión Europea (UE), cuya meta es limitar los gases contaminantes que se generan por la utilización de vehículos. Si los coches nuevos no cumplen los objetivos, no podrán venderse en ninguno de los países.
La Norma Euro 6 es la más reciente en este ámbito y establece unas emisiones de 80 mg/km de óxidos de nitrógeno (NOx) para las mecánicas diésel y 60 mg/km de NOx para los motores de gasolina.
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Actualmente se aplica la Euro VI en vehículos pesados y la Euro 6 en turismos. Se diferencian los límites de las emisiones de los vehículos de gasolina y diésel y esta ultima, ha evolucionado con diversas regulaciones temporales.
Para definir la norma aplicable a vehículos ligeros se utilizan los números arábigos, mientras que para las regulaciones de vehículos pesados se usan los números romanos.
La regulación cuenta con cinco marcadores que evalúan las emisiones de los coches: monóxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC), hidrocarburos con óxidos de nitrógeno (HC+NOx), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas sólidas (PM), limitando esencialmente las emisiones de tres contaminantes potencialmente peligrosos para la salud.
Las emisiones de NOx se deben a una combustión a alta temperatura en una atmósfera rica en oxígeno como la de la Tierra. Estos gases afectan a la calidad del aire y la salud. Para contrarrestar esto, los coches híbridos, al estar impulsados parcialmente por un motor eléctrico, generan casi nulas emisiones de NOx.
Por su parte, el dióxido de carbono quema el carburante y los coches emiten CO2, el cual contribuye a incrementar el efecto invernadero.
Con respecto a las partículas en suspensión, se producen por diversas razones como el roce de los neumáticos con el suelo, las combustiones incompletas de los autos diésel o la fricción de los frenos.
Por todas estas razones, resulta importante optar por vehículos que reduzcan el consumo de carburante, como los coches híbridos, ya que este implica a su vez una disminución de las emisiones de estos compuestos dañinos y un incremento de la calidad del aire.
Origen de estas regulaciones
A pesar de que en la actualidad hay un auge y mayor difusión acerca de las medidas que deben tomarse para reducir la contaminación, este tipo de medidas son de vieja data.
Fue en 1988 con la Euro 0 cuando se aplicó por primera vez en la UE una regulación referente a los límites máximos de emisiones contaminantes que salen por el tubo de escape de los vehículos. Esta regulación evoluciona de forma distinta en cada segmento, y en todas ellas hay un punto en común: es cada vez más exigente.
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Seguidamente llegaron las normas Euro 1, en la que se estableció la instalación obligada de catalizadores en los vehículos; la Euro 2 donde se hace presente el motor turbo, con un intercooler que enfría el aire comprimido y le genera más potencia al vehículo, permitiendo motores más pequeños, que generan menos emisiones.
Posteriormente se decretó la Euro 3, norma para vehículos a gasolina limita los niveles de gases en cifras específicas; la Euro 4 en la que se propone modificar o mejorar el catalizador de la normativa Euro 1, entre otros aspectos; la Euro 5, que reguló el uso de filtros de partículas obligatorios en los vehículos diésel, hasta llegar a la actual Euro 6.
El origen de estas regulaciones es la preocupación que existe por la salud del ser humano, sobre todo en ambientes urbano, al estar expuesto a gases tóxicos cotidianamente; y por el daño al medio ambiente que avanza a ritmo acelerado, poniendo en peligro el futuro del planeta.
Redacción I Jhonattan González