Enel: el ejemplo de que la descarbonización es rentable
Enel demuestra que la sostenibilidad financiera y medioambiental puede impulsar el crecimiento económico sin comprometer el medioambiente.
La compañía ha logrado reducir más del 70% de sus emisiones directas desde 2017 y aumentar su capacidad renovable en un 60%, consolidando una estrategia que combina transición energética con resultados financieros sólidos.
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Resultados ambientales con impacto financiero
La sostenibilidad financiera y medioambiental ha sido clave en la evolución reciente de Enel. Solo en 2024, la empresa desarrolló 4 GW de nueva capacidad renovable, de los cuales 1,3 GW se apoyan en sistemas de almacenamiento.
Además, la producción de energía con cero emisiones alcanzó el 84% en el primer trimestre de 2025, con un objetivo del 90% para 2030.
Esto ha llevado a una notable disminución de la intensidad de emisiones directas: pasó de 160 gCO₂eq/kWh en 2023 a 101 gCO₂eq/kWh en 2024, muy por debajo del objetivo establecido.
La meta final es llegar a cero emisiones en 2040, en línea con los Acuerdos de París.
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Crecimiento sostenido para todos los grupos de interés
El enfoque de sostenibilidad financiera y medioambiental no ha sido solo ambientalmente responsable.
Enel casi duplicó su beneficio neto ordinario, que pasó de 3.700 millones de euros en 2017 a 7.100 millones en 2024. A la par, el Ebitda ordinario creció de 15.600 a 22.800 millones de euros.
En lo que va de 2025, la compañía encadena siete trimestres consecutivos de crecimiento orgánico, lo que reafirma su capacidad de generar valor mientras avanza hacia la transición energética.
Un modelo replicable
La sostenibilidad financiera y medioambiental de Enel se sostiene en un modelo de negocio resiliente: inversión en renovables, electrificación del consumo, digitalización de redes y colaboración activa con sus grupos de interés.
La experiencia de Enel confirma que la descarbonización no solo es posible, sino rentable.