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Voces clave del sector: IFC, Santander México y Scotiabank analizan el futuro de la banca verde en la región

En el marco del Climate Economy Forum México 2025, se llevó a cabo el panel “El sistema financiero como base del desarrollo sostenible en América Latina”, un espacio de diálogo que reunió a líderes del sector financiero para analizar los avances, retos y tendencias en la movilización de capital hacia proyectos sostenibles en la región.

El debate, moderado por Carolina Barreto, experta en Finanzas Sostenibles, contó con las perspectivas de Andrés Bahamon Cuervo de IFC México, Dakota Mahar de Scotiabank y Mariuz Calvet de Santander México.

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De los bonos verdes a la especialización

La sesión inició con un diagnóstico del mercado de finanzas sostenibles. Carolina Barreto contextualizó la conversación señalando la predominancia de emisiones de bonos verdes en países como Estados Unidos y China, pero destacando la particularidad de América Latina, donde los instrumentos con componente social ganan mayor relevancia.

“En la región, vemos que seis de cada diez dólares en créditos etiquetados se destinan a instrumentos ligados a la sostenibilidad, lo que demuestra un enfoque integral”, afirmó.

Mariuz Calvet de Santander México enfatizó que, si bien los principales bancos globales cuentan con los productos, sistemas y compromisos para financiar la transición, existe un desafío central: la calidad de los datos.

“No es un tema subjetivo de que un banco decida qué es ‘verde’. Se requiere un proceso riguroso que demuestre, mediante métricas y documentos, que los recursos se destinaron a una actividad alineada con las taxonomías. La falta de un ‘pipeline’ robusto de proyectos con esta documentación es una barrera”, explicó.

Calvet recalcó que la nueva regulación mexicana, que obliga a las empresas cotizadas a reportar datos ESG, incluyendo su cadena de valor, es un acierto que impulsará el mercado.

Dakota Mahar de Scotiabank complementó esta visión haciendo un recorrido por la evolución global del mercado, impulsada por compromisos internacionales como el Acuerdo de París, la demanda de los inversionistas y la creciente presión social.

“Hemos pasado de los bonos verdes a una explosión de productos especializados: bonos azules, de transición, de género y ligados a la biodiversidad. La aparición de más de 50 taxonomías a nivel global refleja la necesidad de adaptar las finanzas sostenibles a las realidades de cada economía”, señaló Mahar.

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La innovación financiera como motor de cambio

La conversación derivó hacia las innovaciones que están moldeando el futuro de las finanzas sostenibles. Andrés Bahamon Cuervo de IFC destacó la tendencia hacia la especialización.

“Los instrumentos están migrando de lo ‘verde’ general a focos específicos como la economía azul, la biodiversidad o la ‘economía plateada’ para poblaciones envejecientes. Esto responde a la necesidad de los inversionistas de tener mayor certeza y transparencia sobre el destino de sus recursos y el impacto concreto que generan”, afirmó.

Mariuz Calvet añadió que los instrumentos vinculados a la sostenibilidad son una potente herramienta de innovación, ya que pueden aplicar a cualquier financiamiento y no solo al uso de los recursos.

“Estos instrumentos vinculan las condiciones del crédito a KPIs de sostenibilidad ambiciosos, alcanzables y relevantes para el negocio, los cuales son validados por una segunda opinión. Esto permite integrar metas sociales y ambientales en prácticamente cualquier transacción”, detalló.

Además, citó ejemplos de vanguardia como los ‘bonos por resultado’ (outcome bonds) del Banco Mundial, donde las condiciones se ajustan según el impacto logrado, y los ‘swaps de deuda por naturaleza’ (debt-for-nature swaps), que permiten a países canjear deuda por inversión en conservación.

El reto y la oportunidad de las PYMES

Uno de los temas centrales fue cómo incorporar a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en este ecosistema. Andrés Bahamon señaló que la digitalización es clave.

“Las nuevas normas de divulgación (NISS) son una oportunidad para que las PYMES comiencen a medirse. La sostenibilidad es un factor de competitividad: reduce costos, atrae talento y mejora la reputación. Pero para ello, debemos poder digitalizar y procesar esa data, que es oro molido”, afirmó.

Bahamon también destacó el rol de la banca multilateral y las estructuras de garantía o ‘blended finance’ para reducir el riesgo y hacer atractivas las carteras de PYMES para los grandes inversionistas.

“Esquemas donde se agrupan financieras no bancarias o se usan garantías de instituciones como FIRA son avenidas fundamentales para llevar el financiamiento a este segmento”, concluyó.

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Andrés Bahamon, Dakota Mahar, Mariuz Calvet y Carolina Barreto

La agenda futura: integrar clima y naturaleza

Como visión de futuro, los panelistas hicieron un llamado a no descuidar la agenda de la naturaleza. Mariuz Calvet fue enfática: “No podemos llegar a un mundo cero neto con el planeta totalmente destruido. La agenda de biodiversidad y naturaleza es paralela y potencia la agenda climática. Debemos integrarlas; no podemos decir ‘primero lo climático y luego la naturaleza’”.

Al cierre del panel, los expertos coincidieron en que el camino hacia un sistema financiero sostenible en América Latina requiere de una colaboración estrecha entre bancos, reguladores, empresas y la sociedad.

La estandarización y robustecimiento de los instrumentos existentes debe ir de la mano con la innovación continua y con un esfuerzo concertado para incluir a las PYMES a través de la digitalización y la educación.

El mensaje final fue de optimismo y urgencia: las herramientas existen, el compromiso del sector financiero es tangible y el momento de acelerar la transición es ahora.

A continuación, el Climate Economy Forum México 2025:

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