CEF25: Griffith Foods, Kilimo y Orbia abogan por la acción colectiva para enfrentar la crisis hídrica en México
En el marco de la clausura de la primera edición del Climate Economy Forum México 2025, líderes de los sectores público, privado y de tecnología climática convergieron en el panel “Seguridad Hídrica y Resiliencia Climática en México”.
El análisis, moderado por Vittoria Zaniboni de Myzelio, destacó la necesidad crítica de pasar del diagnóstico a la acción sistémica y de la gestión individual a la colaboración multisectorial para enfrentar la crisis del agua en el país.
También te puede interesar | Líderes gubernamentales inauguran el «Climate Economy Forum México 2025» con un llamado a la coherencia y la acción colectiva
Un camino complejo pero imprescindible
Carmen Guerrero Sotelo, Climate Solutions Manager México de Kilimo, inauguró las intervenciones explicando el enfoque de su empresa en la implementación de soluciones en las cuencas más estresadas de América Latina. Destacó que, si bien la “acción colectiva” es un concepto ampliamente utilizado, su implementación es “una labor bastante titánica”.
Guerrero detalló los proyectos de Kilimo en las cuencas de Moctezuma, Bravo-San Juan y Lerma, enfatizando que el primer paso es medir la línea base hídrica para entender la magnitud del déficit.
“Si una cuenca tiene un déficit de miles de millones de metros cúbicos, necesitamos un proyecto que permita reabastecer esa cantidad”, afirmó. Subrayó que la inversión requerida es tan grande que ninguna empresa puede abordarla en solitario, haciendo indispensable la colaboración privada.
Además, recalcó la importancia de diseñar los proyectos basándose en las necesidades de las comunidades y agricultores locales, quienes consumen el 70% del agua en México, a menudo con métodos de riego por inundación altamente ineficientes.

Tecnología y soluciones integradas para la escasez
Helena García, Global Head of Sustainability de Orbia, presentó la visión de la empresa, que opera en más de 50 países con un propósito de “impulsar la vida alrededor del mundo”. Desde su posición en la cadena de valor del PVC, Orbia ha evolucionado hacia soluciones integrales para la seguridad hídrica y alimentaria.
García compartió ejemplos concretos de cómo la tecnología está permitiendo avances significativos. “Uno de nuestros negocios implementa sistemas de riego de precisión que no solo ahorran agua y fertilizantes, sino que también reducen emisiones”, explicó.
Mencionó proyectos innovadores en Italia y Turquía donde, al cambiar del riego por inundación al goteo en cultivos como el arroz y la alfalfa, se generan créditos de carbono verificables que ayudan a financiar la transición tecnológica de los agricultores.
Para el entorno urbano, destacó las soluciones de su unidad de negocio Wavin para el manejo de inundaciones y la captación de agua pluvial en ciudades como CDMX, donde las tormentas generan caos y daños en la infraestructura. “Estas soluciones existen. El reto es escalarlas y financiarlas”, concluyó.

El agua: riesgo estratégico en la cadena alimentaria
Sebastián Devis, North America Regional Sustainability Lead de Griffith Foods, abordó la problemática desde la perspectiva de una empresa global de ingredientes alimentarios. Para Griffith, el agua es un riesgo estratégico que trasciende las operaciones directas. “Nuestro riesgo no está solo en las cuatro paredes de nuestra planta, sino en toda la cadena de valor”, afirmó.
Devis desglosó el riesgo hídrico en cuatro categorías: operativo (paralización de plantas), financiero (aumento de costos por tratamiento), reputacional (pérdida de la licencia social) y regulatorio (mayor control estatal en contextos de escasez).
Frente a esto, la empresa ha establecido metas ambiciosas de uso sostenible del agua, que considera no solo el consumo interno, sino también el contexto de la cuenca y las necesidades de las comunidades.
Entre las acciones concretas, mencionó proyectos de eficiencia hídrica interna, el desarrollo de productos que se transportan en seco para no mover agua, y una meta global de impulsar la agricultura regenerativa en un millón de acres. “Estamos enfocados en medir los acres, pero el siguiente paso es medir el impacto real en la biodiversidad, la captura de carbono y, crucialmente, la retención del recurso hídrico”, señaló.
Gobernanza, medición y alianzas efectivas
Al profundizar en los desafíos, Carmen Guerrero identificó la “alineación de stakeholders” como el principal obstáculo. Desde gobiernos y academia hasta inversionistas privados y agricultores, cada grupo tiene visiones y demandas distintas.
“Es un reto poder alinear a todos en una misma mesa y tener a todos satisfechos”, reconoció. Subrayó la necesidad de un diseño de gobernanza robusto que incluya procesos de consulta y la verificación por terceros para garantizar la transparencia y el impacto medible.
Por su parte, Helena García compartió la vulnerabilidad operativa de Orbia, revelando que el 38% de sus sitios a nivel global se encuentran en zonas de alta o muy alta escasez hídrica, incluyendo 15% en México. Relató un caso concreto en Tamaulipas donde una sequía severa paralizó operaciones, materializando el riesgo.
“Podemos reducir nuestro consumo en 90%, pero si los demás actores en la cuenca no cambian, seguimos en las mismas”, argumentó, enfatizando la necesidad de acción colectiva e información más detallada a nivel de acuífero.
Sebastián Devis añadió la dificultad de formar alianzas efectivas, especialmente con clientes. Mientras que con los proveedores existe una relación más directa, alinear proyectos de agricultura regenerativa con los clientes resulta complejo debido a la divergencia en las geografías e ingredientes prioritarios. “No podemos trabajar solos. Necesitamos que todos en una región contribuyan al mismo objetivo”, afirmó.

Compromisos concretos
Al ser consultados sobre los próximos pasos, los panelistas coincidieron en la necesidad de ir más allá de las operaciones directas.
Carmen Guerrero hizo un llamado a superar el enfoque en el mero cumplimiento regulatorio. “Debemos ir más allá de las fronteras de las corporaciones y atender a nivel ecosistémico lo que está pasando en nuestras cuencas”, sostuvo.
Helena García anunció la ambición de Orbia de ser “net water positive” y destacó la reciente “Red de Acción por el Agua”, una iniciativa lanzada durante la Semana de México por el Clima que busca mapear los proyectos corporativos en el territorio para evitar duplicidades y potenciar el impacto colectivo.
Finalmente, Sebastián Devis introdujo una reflexión crucial para el sector privado: la necesidad de demostrar el valor financiero de la sostenibilidad. “Si logramos todo esto, ¿cómo demuestro el valor de esas inversiones para capturar un retorno, reducir riesgos y ser más competitivo?”, cuestionó. Abogó por transitar de los indicadores de gestión a los de impacto real, para justificar mayores inversiones futuras y cumplir las metas prometidas para 2030.
Al cierre, Vittoria Zaniboni recalcó que las soluciones existen y están creciendo, e invitó a todos los actores a actuar desde la colaboración, la transparencia y la construcción de alianzas para tejer un futuro hídrico más resiliente para México y la región.
Con este panel, se dio por concluida exitosamente la primera edición del Climate Economy Forum México 2025, que puedes ver completo a continuación:
