S&P Global advierte posible escasez de cobre que obstaculizaría objetivos climáticos

Los resultados de un estudio realizado por S&P Global alertan los planes de objetivos sostenibles planteados de cara al futuro. Un déficit importante de cobre obstaculizaría el proceso establecido para frenar los efectos del cambio climático, debido a que el mercado recurriría a los combustibles fósiles para continuar funcionando.

Se estima que para 2035 la demanda se eleve hasta 50 millones de toneladas de cobre, trayendo como consecuencia una subida abrupta de los precios del metal, y por ende, el abandono de combustibles fósiles se vería pausado ante esta situación. S&P Global cataloga esta escasez como “insostenible y nunca antes vista”.

Los proveedores tendrán que lidiar con una demanda que sobrepasará por mucho la capacidad de producción. “O la oferta aparece milagrosamente o el objetivo de la transición energética simplemente se retrasa aún más”, aseguró Dan Yergin, vicepresidente de S&P Global.

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Actualmente, la demanda de cobre es de 25 millones de toneladas, pero en 10 años ese escenario cambiará debido a los factores anteriormente descritos, aunado al hecho de que las principales fuentes para obtenerlo provendrá del reciclaje y aumentos de minas ya existentes.

El estudio plantea que de continuar con el acelerado ritmo actual de demanda, estaríamos ante un déficit de 10 millones de toneladas de cobre para el año 2035, representando solamente un 20% de lo requerido para un panorama cero emisiones netas en 2050.

También, asegura que de existir un crecimiento masivo en materia de reciclaje, tampoco serviría de mucho, dado que la escasez pasaría a rondar los 2 millones de toneladas (1.6 millones) en 2035. Finalmente, el análisis concluyó que Estados Unidos pasaría de un 44% a 67% en depender de las importaciones de cobre, también para dentro de 13 años.

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