SBTi presenta borrador del nuevo Estándar Corporativo Net Zero y propone marco más flexible para metas climáticas empresariales
La Science Based Targets initiative (SBTi) dio a conocer el borrador actualizado de su Estándar Corporativo Net Zero V2, una revisión clave de su marco internacional para evaluar, certificar y monitorear los compromisos de descarbonización corporativa.
La actualización busca ampliar el número de empresas capaces de adoptar metas basadas en ciencia, incorporando mayor flexibilidad metodológica sin perder alineación con los objetivos globales de limitar el calentamiento a 1,5°C.
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Estándar renovado
El borrador introduce un enfoque más accesible para compañías de distintos tamaños y sectores, con el objetivo de que fijar metas Net Zero sea más factible y transparente.
De acuerdo con la SBTi, el nuevo estándar busca equilibrar rigurosidad científica con realismo operativo.
Para ello incorpora opciones adicionales para definir trayectorias de reducción y reglas más claras para el uso de instrumentos como los créditos de carbono o certificados ambientales, permitiendo a las organizaciones adoptar modelos de descarbonización más ajustados a sus realidades.
David Kennedy, CEO de la SBTi, destacó que la actualización responde a la necesidad de escalar la acción climática corporativa.
Además, señaló que las empresas están desempeñando un papel clave en la descarbonización global y que la acción basada en ciencia no solo reduce emisiones, sino que también ayuda a gestionar riesgos de transición y mantener competitividad en un contexto económico cada vez más condicionado por la urgencia climática.
Avances desde el estándar de 2021
Desde su creación en 2015, la SBTi se ha convertido en la referencia internacional para la fijación de metas climáticas corporativas. Hasta la fecha, cerca de 12.000 compañías han establecido objetivos avalados por la organización o se han comprometido a hacerlo.
Su primer Estándar Corporativo Net Zero, publicado en 2021, definió los criterios iniciales para que las empresas trazaran hojas de ruta de descarbonización coherentes con la ciencia. A inicios de 2025, la SBTi publicó un primer borrador de la actualización del estándar.
Dicho documento fue puesto en consulta pública e introducía propuestas para permitir múltiples métodos de reducción, exigir objetivos explícitos para emisiones de electricidad adquirida (Alcance 2), reforzar la obligatoriedad de establecer metas para la cadena de valor (Alcance 3) y explorar mecanismos para gestionar las emisiones residuales que no pueden eliminarse completamente antes de 2050.
El borrador también abría la puerta a reconocer formalmente las acciones de mitigación más allá de la cadena de valor (BVCM).
La nueva versión difundida en noviembre integra los comentarios de empresas, expertos técnicos y organizaciones ambientales, refinando conceptos y ajustando varios requisitos.
Nueva definición de ambición climática corporativa
Uno de los cambios conceptuales más importantes es la modificación del lenguaje utilizado para definir la ambición de largo plazo.
La obligación previa, que establecía que las empresas debían comprometerse públicamente a alcanzar emisiones netas cero a más tardar en 2050, se reemplaza por una formulación que pone el foco en la alineación estratégica: las empresas deberán establecer la ambición de que sus operaciones y cadenas de valor se ajusten a la meta de ser net-zero en ese plazo.
La SBTi explicó que este cambio evita confusiones en torno al término “compromiso” y resalta la intención de transformación profunda y continua de los modelos operativos.
Nuevos ajustes para Alcance 1 y Alcance 2
El borrador V2 introduce tres rutas diferenciadas para que las empresas definan sus metas de Alcance 1, lo que les permitirá seleccionar la metodología más adaptada a su negocio.
Estas rutas incluyen la reducción progresiva siguiendo una trayectoria lineal hacia el año 2050, el aumento gradual del peso de actividades de baja emisión dentro del portafolio corporativo y la adopción de planes de descarbonización específicos para activos, basados en el nivel de madurez tecnológica disponible.
En relación con el Alcance 2, el borrador conserva la obligación universal de fijar metas de corto plazo, pero flexibiliza los requerimientos para las metas de largo plazo en el caso de empresas pequeñas.
También introduce criterios más específicos para cuantificar los objetivos, mecanismos restringidos para excluir ciertos consumos energéticos difíciles de gestionar y lineamientos más precisos sobre la compra de electricidad de baja emisión, incluyendo la necesidad de adquirir certificados en la misma región donde se produce el consumo energético.
Enfoque más flexible y estratégico para Alcance 3
La SBTi reconoce que el Alcance 3 ha sido una de las mayores barreras para que las empresas adopten metas basadas en ciencia.
Por ello, en el nuevo borrador se pone un mayor énfasis en la identificación de las fuentes de emisiones más relevantes dentro de la cadena de valor.
La propuesta permite enfocarse primero en los segmentos de mayor impacto, mientras que abre la posibilidad de excluir actividades de menor relevancia o áreas con baja capacidad de influencia.
Además, el estándar propone tres métodos distintos para fijar metas de Alcance 3: uno basado en la intensidad de emisiones, otro en la alineación de actividades y un tercero centrado en la alineación con contrapartes.
Cada enfoque está diseñado para reflejar la diversidad de cadenas de suministro y los distintos caminos que las compañías pueden adoptar para reducir emisiones de manera efectiva.
Certificados ambientales y liderazgo climático
La nueva versión del estándar incorpora por primera vez una sección explícita sobre el uso de certificados de atributos ambientales como créditos de carbono o certificados energéticos. Este reconocimiento formal viene acompañado de restricciones específicas.
Las empresas podrán utilizar certificados de electricidad renovable para Alcance 2 siempre que se adquieran en la misma región donde se consume la energía.
Para Alcance 3, los certificados solo podrán emplearse en situaciones donde el trabajo directo con proveedores o la trazabilidad física no sean viables.
Por otra parte, el borrador introduce un mecanismo de reconocimiento denominado categoría de “liderazgo”, destinado a destacar a las empresas que implementan acciones tempranas y ambiciosas.
Las grandes compañías que cubran el 100% de sus emisiones de Alcance 1, 2 y 3, y las pequeñas que cubran el 100% de Alcance 1 y 2, podrán acceder a esta clasificación.
Asimismo, se establecen nuevas obligaciones para grandes empresas, clasificadas como Categoría A, que deberán publicar planes de transición climática creíbles en un plazo de doce meses tras la validación de sus metas.
A partir de 2035, estas compañías también deberán incrementar progresivamente la proporción de sus emisiones en curso que se abordan mediante portafolios de remoción de carbono.
Consulta abierta
La SBTi mantendrá abiertas las consultas sobre este borrador hasta el 8 de diciembre de 2025.
Tras este proceso, la organización prevé publicar la versión final del Estándar Corporativo Net Zero V2 durante 2026, momento a partir del cual las empresas podrán adoptarlo oficialmente.
Con esta actualización, la SBTi busca acelerar la adopción global de metas basadas en ciencia en un contexto donde la presión regulatoria, financiera y social exige que las empresas avancen hacia modelos operativos descarbonizados.
Su implementación tendrá un impacto directo en las estrategias de gobernanza, inversión y gestión del riesgo climático, reforzando el rol central del sector privado en la construcción de una economía global alineada con el objetivo de 1,5°C.
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