Innovación, impacto social y políticas públicas: la visión de CHEP, ConajoMX, Grupak y Someone Somewhere para la economía circular
Durante el Climate Economy Forum México 2025, se llevó a cabo el panel “Diseñando el futuro circular: innovación y Design Thinking para la economía del mañana”, un espacio de diálogo que reunió a líderes de múltiples sectores para analizar las estrategias prácticas que están impulsando la transición hacia una economía regenerativa.
El conversatorio, moderado por Diana de la Sancha, Top Voice en Sostenibilidad, destacó la colaboración radical, la trazabilidad tecnológica y la rentabilidad como pilares fundamentales para este cambio de paradigma.
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Trazabilidad y datos contra el greenwashing
Ante la creciente preocupación por el «lavado verde» o greenwashing, los panelistas coincidieron en que la autenticidad de la innovación se demuestra con resultados tangibles y una estricta alineación con los criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza).
Fernanda Alemón, Customer Experience & Customer Solutions Manager de CHEP-Brambles, explicó que la digitalización de los activos es clave para hacer visible lo invisible. “Para evitar cualquier tema de greenwashing, lo más importante es tener resultados tangibles”, afirmó Alemón.
“La digitalización de los activos nos permite trazar las cadenas de suministro, entender en dónde hay fugas, oportunidades y cuellos de botella. Un ejemplo concreto es nuestra capacidad para rastrear y garantizar la temperatura correcta de productos frescos a lo largo de toda la cadena, lo que no solo asegura la calidad y la vida en anaquel, sino que disminuye significativamente el desperdicio de alimentos”.
Esta transformación, subrayó, convierte a la cadena de suministro en una red más tecnológica, resiliente y sostenible.

La economía circular: motor de desarrollo comunitario
La dimensión social de la economía circular fue otro eje central del debate. Enrique Rodríguez Aréchiga, Co-fundador & CFO/COO de Someone Somewhere, recalcó que el impacto social debe medirse con el mismo rigor que la rentabilidad del negocio.
“No pretendíamos ser una fundación con un enfoque de filantropía, sino una empresa social que generara valor para toda la cadena”, indicó, y luego señaló que detalló que su modelo se sustenta en cuatro ejes: económico, cultural, social y ambiental.
“La parte cultural es crucial al trabajar con comunidades indígenas. En lo económico, aseguramos un ingreso justo y constante por el trabajo artesanal. Este beneficio debe traducirse en bienestar social, transformando carencias en educación, salud y vivienda. Finalmente, en lo ambiental, utilizamos materiales reciclados y certificados, minimizamos residuos y producimos localmente en México”.

«Design Thinking» en acción
Isaac Rivera, gerente de Investigación, Desarrollo y Diseño de Grupak, ofreció una perspectiva práctica sobre la aplicación del Design Thinking para superar resistencias y lograr una circularidad rentable. “Para mí, la palabra circularidad es rentabilidad. Hoy no es un discurso, es una realidad”, declaró.
Rivera compartió el proceso de su empresa, que involucró la creación de 1.680 prototipos y una profunda fase de empatía. “La innovación conlleva al Design Thinking: empatizar, definir e idear. Pero al llevarlo al campo, te enfrentas al ‘siempre lo he hecho así’. Escuchar los miedos, enfrentarlos y resolver ese conflicto es fundamental”.
Este enfoque, explicó, les permitió desarrollar 40 nuevas formulaciones con materiales reciclados, resultando en miles de toneladas de papel producidas con alta rentabilidad y un menor impacto ambiental.

La colaboración como única vía hacia la circularidad
Eduardo Solano, secretario de la Comisión de Sustentabilidad y Economía Circular del Consejo Nacional de Jóvenes (ConajoMX), enfatizó que ningún modelo de economía circular puede funcionar sin la alineación de los tres actores principales: ciudadanía, industria y gobierno. “La industria debe entender el alcance de su responsabilidad”, afirmó.
Para ilustrar esta colaboración, Solano presentó un caso de éxito: una empresa que transforma empaques flexibles, un residuo de difícil reciclaje, en un insumo para bacheo sustentable.
“Logramos esto con tres patas: la concientización y participación ciudadana a través de escuelas y universidades; el apoyo gubernamental con un marco regulatorio que incentive el acopio; y la industria, proporcionando la tecnología. Es un ejemplo de cómo todos deben participar para llegar a un caso de éxito”.

De la obligación a la colaboración radical
Al proyectar el futuro de la economía circular en un horizonte de cinco años, los panelistas compartieron una visión de evolución necesaria, aunque con desafíos.
Fernanda Alemón vislumbra que estos modelos dejarán de ser una opción. “Ya no va a ser una opción, va a ser más bien una obligación cuestionar los ciclos de vida de los productos y cambiar el chip para colaborar”.
Enrique Rodríguez Aréchiga abogó por un futuro más transparente. “Debe transformarse en un futuro más transparente en toda la cadena de valor, más integrado en sus sistemas económicos, donde los proveedores, los clientes y el planeta estén en mucha más armonía”.
Isaac Rivera fue más allá, proponiendo una ‘colaboración radical’. “La sustentabilidad no es el futuro, es el camino. Tenemos que cambiar la forma en que hacemos las cosas, verlo todo holísticamente. Todos vamos a tener que colaborar radicalmente”.
Eduardo Solano concluyó con un llamado a la honestidad y la organización. “Lo veo positivo, pero con muchos retos. Hay sectores muy avanzados y otros sumamente retrasados. Necesitamos que la industria se organice y entienda el alcance de lo que tiene que hacer”.
El panel cerró con una reflexión: el camino hacia la economía circular requiere medir el impacto, enamorarse del problema y no solo de la solución, y estudiar los sistemas naturales como modelo de circularidad.
La combinación de Design Thinking, tecnología digital y alianzas multisectoriales se presenta como la fórmula para diseñar un mañana donde la circularidad y la rentabilidad sean dos caras de la misma moneda, generando prosperidad económica, bienestar social y regeneración ambiental.
A continuación, el Climate Economy Forum México 2025:
